Atlético de Rafaela volvió a demostrar que pretende ser protagonista del campeonato y con un juego efectivo le ganó como visitante 1-0 a Unión y volvió a ser el único líder del Torneo Apertura 2011. El defensor de Unión Juan Pablo Cárdenas, quien más tarde se iría expulsado, marcó en contra de su arco el gol de la victoria del equipo de Carlos Trullet. Unión buscó llegar al empate y desaprovechó un penal, ya que el arquero Guillermo Sara le sacó el disparo al delantero Jerónimo Barrales.

Apoyado por el empuje de su gente, el Tate salió con todo en busca de la ventaja. Aprovechando la inteligencia de Paulo Rosales, más la movilidad de Fausto Montero y Jorge Velázquez, Unión metió contra su arco a un Rafaela parado para la réplica. A pesar de no merecerlo, la Crema aprovechó su única ocasión y se puso arriba en el tanteador. Un córner lanzado por Nicolás Castro fue desviado por Martín Zbrun y rebotó en Cárdenas, quien anotó en contra de su propio arco.

El 1-0 del visitante era inmerecido, pero premiaba al más efectivo de los dos.

En el comienzo del segundo período Frank Kudelka propuso una variante ofensiva, con el ingreso de Martín Soto Torres en reemplazo de Marcelo Sarmiento. El local siguió presionando a su rival buscando la merecida igualdad. Sobre los 3 minutos llegaría la oportunidad más clara para el local, cuando Gabriel Favale sancionó un claro penal de Alexis Niz sobre Barrales. El ex delantero de Banfield asumió la responsabilidad y remató desde los 12 pasos, generando la notable reacción del arquero. El Tate acusó el golpe del penal fallado y cayó en su rendimiento. Kudelka siguió apostando y poniendo gente en ofensiva, pero al equipo le faltó fútbol e ideas para quebrantar la sólida defensa de la Crema.

El elenco rafaelino empezó a emparejar el dominio del balón y a sentirse cómodo en el partido, generando también sus oportunidades mediante contraataques. A los 43, Cárdenas completó su tarde negra y vio la tarjeta roja de Favale por un codazo sobre el propio González. El final encontró el festejo de la gente rafaelina, que sumó tres unidades vitales en su paso por Santa Fe y sigue siendo el sorpresivo puntero de la Primera División del fútbol argentino.