Pisó suelo sanjuanino en la noche del jueves pero la bienvenida a la vida de Sportivo Desamparados se la dio el viento Zonda. Con una temperatura infernal, muy distinta al frío de Arroyo Seco, Alfredo "Chapu" Ramúa entró en el esquema puyutano con sus mejores credenciales: todo talento. En el reducido que hicieron por la tarde en la cancha del SEC, el enganche que viene de jugar en Aldosivi de Mar del Plata se despachó con varias perlitas de su repertorio: manejo exquisito, pegada con ambas piernas y mucha intuición para leer el juego y habilitar profundo. Esas fueron sus cartas de presentación y a la hora de la charla, Ramúa -22 años- mostró el mismo atrevimiento que en la cancha.

"Ya había estado cerca de Sportivo Desamparados en la temporada pasada. Yo estaba jugando Argentino C y aparecieron simultáneamente las chances de Desamparados y de Aldosivi por lo que terminé inclinándome por ir a Mar del Plata por una cuestión de divisional. Fue un paso enriquecedor que me dejó muchas cosas para asimilar. Ahora, que volvió a aparecer la chance de Sportivo, ni lo pensé. Hay clima como para aspirar a cosas grandes y eso me gustó de entrada", contó el "Chapu" que confesó que el Zonda de ayer lo liquidó.

Los antecedentes de Sportivo no son nuevos para Ramúa que empezó su carrera en las inferiores de Newell’s Old Boys y jugó 15 partidos en Reserva con la camiseta del Leproso: "Desamparados es un club grande en la categoría que siempre está en la pelea importante. Eso motiva y uno quiere ser parte de un proyecto con esas ambiciones. Ahora, resta terminar de adaptarse al grupo, al clima y afinar cosas en lo futbolístico para rendir de acuerdo a las expectativas que se han generado con mi llegada".

Ramúa luego pasó por Gutiérrez de Mendoza en el Torneo del Interior, luego jugó Argentino A con Real Arroyo Seco y posteriormente, recaló en el Athletic de Arroyo para jugar Argentino C antes de que se le abriera el camino de la B Nacional: "Mi forma de jugar es una y la misma siempre. Busco el desequilibrio con una gambeta o una asistencia. Eso es lo mío. Estuve entrenando físicamente sin pausas y ahora habrá que apuntarle a lo futbolístico. Afinar el contacto con la pelota y ponerse en la onda que tiene el equipo que me impresionó por lo compacto que se ve", agregó el diminuto volante.

Para el final, Ramúa se ilusionó con la respuesta de la gente de Sportivo: "Se muy bien de la capacidad de convocatoria de este club y eso es algo que a mi me motiva. Jugar a cancha llena es algo muy lindo y esperemos que desde el campo de juego le demos razones a la gente para que lo repita domingo tras domingo", cerró.