El importante empresario bodeguero preso desde el 5 de febrero pasado deberá seguir en la cárcel porque la mayoría de los magistrados de la Sala II de la Cámara Penal confirmó el fallo del juez Guillermo Adárvez, quien lo había procesado con prisión preventiva el pasado 29 de abril por graves delitos y la corrupción sexual de su propio hijo de 3 años, y también contra los hijos adolescentes de su expareja, dijeron fuentes judiciales.
La defensa del conocido empresario de 63 años, había cuestionado el fallo de Adárvez y pedía al tribunal que lo anulara y ordenara dictar uno nuevo. Entre sus argumentos, señalaba que la decisión del juez había sido arbitraria por valorar parcialmente la prueba y violar así su derecho de defensa. O el hecho de que después de la realización de la Cámara Gesell, ordenara nuevas entrevistas a los menores, en clara violación de las normas regladas para abordar a niños.
También cuestionaron los informes de las peritos psicólogas del Poder Judicial que interrogaron a los chicos y a su familia materna. Por el contrario, resaltaron el valor de los dichos de la psicóloga de parte, quien no encontró indicadores de abuso sexual en los chicos y cuestionó a las peritos oficiales.
El juez Ernesto Kerman estuvo de acuerdo con la petición defensiva. Es más, creyó que de las pruebas producidas no surgía ninguna evidencia contundente de la existencia de delito alguno y votó por sobreseer al bodeguero, directamente.
La defensa anticipó que ahora reclamará ante la Corte de Justicia para revertir la complicada situación de su cliente.
En cambio los jueces José Atenágoras Vega y Juan Carlos Peluc Noguera entendieron lo contrario. Respaldaron la decisión del juez Adárvez de valorar el informe de las peritos oficiales, y descalificaron a la psicóloga de parte al remarcar, entre otras razones, que no se sabía si las conclusiones eran suyas o de otra perito que firmaba, y que había sido excluida por el juez.
También dijeron que el magistrado no había violado el derecho de defensa ni ninguna disposición legal.
Y sobre todo, enfatizaron la importancia de los argumentos de las peritos oficiales, que muestran a la madre de los niños y a sus hijos como creíbles (no fabuladores) y víctimas del autoritarismo, la violencia y la ilícita conducta sexual del bodeguero, indicaron.
El fallo no está firme. La defensa anticipó que buscará revertir la situación de su cliente ante la Corte de Justicia.
