Una Cámara de Apelaciones de Nueva York suspendió el fallo del juez Thomas Griesa que obligaba a la Argentina a realizar un depósito judicial por U$S 1.330 millones antes del 15 de diciembre. Es decir, volvió a imponer el ‘no innovar‘ y fijó el 28 de diciembre para que la Argentina realice su defensa estratégica, y finalmente audiencia oral y pública para el 27 de febrero próximo.
Jugó un papel preponderante la apelación que presentó el Gobierno, donde por primera vez ‘deslizó‘ la posibilidad de reabrir el canje como propuesta de pago, lo que implica un cambio radical en la causa dado que Argentina hasta la fecha no había ofrecido ninguna manera de pago a quienes no aceptaron los canje de 2005 y 2010. En efecto, pese a que el canje demostró ser extremadamente beneficioso para Argentina, al ser congruente con su capacidad de pago y evitar que la deuda pública que tomó la Dictadura y la Convertibilidad se transforme en una carga para el crecimiento económico, nunca lo ofreció como estrategia de negociación para quienes no aceptaron el canje.
El 28 de diciembre es clave para llevar a la Cámara de Apelaciones una oferta de pago y revertir el fallo, hoy en suspenso. En líneas generales, bajo el supuesto de otorgar las mismas condiciones ofrecidas en el canje de 2010, para los U$S 1.330 millones de deuda en default, se canjearían por nuevos bonos por un valor nominal de U$S 446 millones, lo que implica una quita del 66%. Si el mismo ejercicio se extiende para toda la deuda en default, los U$S 11.200 millones se canjearían por nuevos bonos por un nominal de U$S 4.200 millones. Es decir, deuda en default por 2,3% del PBI, se reconvertiría en nueva deuda por 0,9% del PBI.
Los intereses en 2013 serían sólo 274 millones y el primer vencimiento de capital llegaría en 2017. La discusión será si se reconocen o no los pagos acumulados del Cupón PBI en diciembre de 2011 y 2012 por U$S 10,65 dólares. En efecto, vale recordar que en la oferta de 2010 no se resarcieron los U$S 7,38 dólares que acumulaba los pagos del Cupón PBI a la fecha, lo que implicó un ahorro al Gobierno cercano a los U$S 800 millones. En términos porcentuales, implica que a fin de este año, quien ingresó en 2010 aceptó un canje un -8,8% en peores términos que quién lo hizo en 2005. Posteriormente, el bono PBI pagó en U$S 4,36 en diciembre de 2011, y en forma inminente U$S 6,26 en diciembre de 2012. Si se aplica la misma ‘regla‘ de no reconocer los pagos pasados como en 2010, el total acumulado se extiende a U$S 18 la diferencia entre la oferta de 2005 y la potencial de 2013. En ese caso la oferta sería un -21% menor que la realizada en 2005, ampliando las pérdidas para quien decidió no entrar en ninguna instancia del Canje de 2005 o 2010. De ser esta finalmente la oferta, el Gobierno se ahorraría U$S 1.200 millones por no resarcir los pagos acumulados de los cupones PBI hasta diciembre de 2012, al extender el canje a toda la deuda actualmente en default. Si se suman a los 800 millones que ya se ahorraron con la oferta de 2010, el ahorro total llegaría a U$S 2.000 millones. Dicho de otra forma, ese es el monto que los acreedores que no ingresaron al canje perderían de cobrar por apostar a la vía judicial en vez de apostar al crecimiento de Argentina.
