Y ordenó al tribunal que concedió esa libertad y la suspendió luego por el reclamo de la fiscalía y la querella, dictar otra resolución a la luz de las nuevas circunstancias procesales del imputado, porque desde el último 18 de agosto pasado dejó de ser procesado con prisión preventiva y pasó a estar condenado en la causa: le dieron 17 años de prisión por intentar matar a tiros por la espalda al empresario Hugo Naranjo y por quemar sus oficinas el 27 de mayo de 2006.
En su fallo, los ministros Juan Carlos Caballero Vidal, Angel Humberto Medina Palá y Adolfo Caballero, dan a entender que existe el peligro de que Pereyra se fugue en caso de libertad.
"Ha recaído en la causa una sentencia que, a pesar de no estar firme, ha sido dictada tras el correspondiente juicio oral, público y contradictorio, en el que se ha examinado el fundamento de la acusación dirigida contra el acusado, imponiéndose una pena del tal gravedad que por sí sola se erige en una circunstancia que autoriza a presumir que (Pereyra) podría sustraerse al cumplimiento de la condena impuesta", dicen los ministros en su sentencia.
Pereyra está preso desde el 28 de mayo de 2006 y a pesar de los reclamos de su defensa nunca dejó de estar detenido. Y todo indica que sus posibilidades de salir de la cárcel de Chimbas se encaminan al 28 de octubre del año próximo, cuando cumpla 70 años y esté en condiciones de pedir arresto domiciliario por las enfermedades que atraviesa, según su entorno.
