El fiscal de Cámara, José Mallea, se opuso al beneficio de la prisión domiciliaria que había solicitado Santiago Graffigna, el principal implicado en el escándalo de las expropiaciones. Según fuentes judiciales, el fiscal señaló que las dolencias que padece son atendibles en el Servicio Penitenciario, en donde cuenta con médicos y enfermeros a su disposición. La opinión de Mallea no es vinculante y ahora la Sala II debe resolver. El pedido ya había sido rechazado por la exjueza Inés Rosselot.
