Días atrás, la Asociación de Pequeños Productores de Melón de Tres Esquinas, asentada en el departamento Sarmiento (Sur de San Juan) recibió el Premio ArgenINTA a la Calidad Agroalimentaria. Resultaron ganadores en la categoría Emprendimientos asociativos de productores no capitalizados. El galardón ha sido un estímulo para este grupo de 27 socios, todos pequeños productores familiares dedicados al cultivo del melón (principal actividad hortícola en la zona) porque rubrica el camino elegido, el del desafío de aunar esfuerzos.
El grupo de Tres Esquinas viene trabajando desde 2003, de modo que el premio recibido es una suerte de bocanada de buen aire que les permite recargar fuerzas, planificar a futuro pero también mirar atrás, reconociendo lo logrado en esta primera etapa de casi 10 años de trabajo asociativo. El grupo comenzó a funcionar como tal luego de que la Agencia de Extensión Rural (AER) Media Agua INTA invitara a productores de la zona a reunirse y analizar posibles acciones para el desarrollo rural de Sarmiento y Media Agua. En ese momento los horticultores de Tres Esquinas cooperaban en el ámbito del programa Profeder del INTA, en la línea para Productores Familiares; la Ing. Agr. Silvia Cortéz, hoy fallecida, quien entonces estaba a cargo de la AER, fue una gran impulsora del trabajo asociativo y fue fundamental para la consolidación del grupo. En 2011 recién adoptarían la forma civil de Asociación, cuyo objetivo central actual es contribuir al desarrollo de las capacidades técnicas, comerciales, de producción, de gestión y de organización de los pequeños productores hortícolas, que permita lograr un desarrollo económico y un mejoramiento de la calidad de vida del grupo.
Desarrollo económico
La Asociación Tres Esquinas desarrolla su actividad en un área donde predominan las producciones de vid y melón. Si bien las explotaciones hortícolas, tanto medianas como grandes, han avanzado técnicamente, no se observan grandes cambios en materia comercial. Para el caso del melón, el productor rara vez participa del mercado en forma directa, generalmente comercializa a través de intermediarios. Con el objeto de modificar esta situación y revertir la tendencia de la disminución de la rentabilidad del negocio en los últimos años, es que los productores buscaron unir intereses y fuerzas. Los productores cuentan con la ventaja que el intermediario viene a la zona por la calidad del producto, pero a la hora de negociar, en muchos casos se ven perjudicados. Este círculo se ha mantenido a lo largo de los años, trayendo como consecuencia resultados negativos al momento de evaluar el crecimiento del sector, desde un punto de vista competitivo, afirma la Ing. Agr. Débora Lavanderos, de la AER Media Agua INTA.
Lavanderos agrega que si bien el intermediario resuelve de algún modo la venta del melón, e inclusive facilita insumos al productor, al mismo tiempo genera una dependencia que impide al productor entrenarse en un rol empresarial y adoptar una actitud movilizadora y participativa en la zona, para defender mejor la producción. Económicamente el negocio ha mantenido una rentabilidad media, si se compara con los años 2000 a 2002; no obstante el productor se ve obligado a diversificar en sus predios o a recurrir a fuentes de trabajo externas para mejorar sus ingresos.
Guillermo Videla, presidente de la Asociación, está convencido de que hay que producir apuntando a tecnología de última generación, como demandan los mercados. Analizando el componente tecnológico, las explotaciones hortícolas del sur de San Juan, más precisamente el melón, han avanzado en aspectos como disponibilidad de material genético precoz, producción de plantines, implantación con forzaduras, tratamientos con reguladores de crecimiento y seguimiento de Buenas Prácticas. Esto les permite una producción segura obtenida en periodos donde pueden lograr una mejor rentabilidad.
