“Nuestro sueño por más de 15 años ha sido tratar de levantar esta parroquia. Hemos sido ayudados por la gente del municipio, por la empresa Troy y hasta nosotros mismos hemos juntado plata entre los vecinos para comprar los ladrillones”, estas fueron las emotivas palabras de Gladis González, vecina de Calingasta e integrante del grupo católico que llevó adelante la idea de la construcción de una iglesia en el departamento. A su vez, integrantes del grupo católico destacaron que la empresa Troy Resources, operadora de la mina Casposo donó 35 bancos para la nueva sede eclesiástica. Dato que luego fue confirmado por la compañía que explota hace años la mina calingastina.

Según explicaron mujeres del grupo de oración de la villa cabecera del departamento, actualmente las misas se celebran en la capilla Nuestra Señora del Carmen. La misma se ubica un poco más alejada del centro de la ciudad. Tiene más de 500 años de vida y necesita ser restaurada próximamente. “Estamos muy contentos porque la nueva parroquia está en frente de la plaza departamental. Es decir, a mano de todo el mundo.

Pero desde hace años tenemos el problema que el cura párroco solo viene dos veces por semana, con suerte. Es porque viene desde Barreal, pero es muy caro venir acá dos veces por semana, sin contar que por ahí no viene por atender al apoyo espiritual y tareas de contención que debe realizar en los poblados ubicados más al norte del departamento”, explicó el grupo de mujeres que lidera la iniciativa religiosa.

A su vez, la problemática vecinal se extendía a que el cura no tenía un espacio físico donde quedarse luego de dar las misas o el apoyo espiritual necesario. “Ahora en la nueva parroquia no solo se va a poder celebrar misa diariamente, o contener a los jóvenes. Sino que le cura va a poder vivir ahí ya que hay una casita parroquial construida pegada a la parte de atrás de la nueva construcción”, comentó González.
El nuevo templo fue construido íntegramente por miembros de la comunidad de Calingasta y actualmente se están realizando las tareas de “material fino” en el interior para dejar todo a punto. La idea del municipio es poder inaugurarlo en el próximo mes de julio, aunque todavía no hay una fecha definitiva anunciaron los vecinos.

“Quizás la gente no vea el mayor beneficio, pero vamos a tener un gran consuelo espiritual diario con esta nueva parroquia. Vamos a poder organizar cosas lideraras por el sacerdote para alejar a los jóvenes de las drogas y el alcohol, cosa que ha crecido mucho en Calingasta. En caso de fallecimiento podemos celebrar misas aniversarios.

Podemos realizar un sin número de actividades para acercar a la gente a la religión católica. Porque han aumentado mucho otras religiones”, concluyó Gladis González.

La gran estructura de la parroquia a estrenar se ubica sobre Avenida Argentina, calle principal del departamento, justo frente a la plaza departamental. Es de fácil acceso para todos los ciudadanos y contará con varias instalaciones aledañas como la casa parroquial, baños e incluso una pequeña oficina donde la comunidad católica podrá reunirse.