Buenos Aires, 31 de mayo.- Setenta y cinco cadáveres fueron recuperados de los 228 que murieron el primero de junio de 2009, cuando el Airbus A330 de Air France cayó al océano Atlántico cuando iba de Río de Janeiro a París.

Así lo informaron agencias de noticias de Brasil, que dijeron que Nelson Faria Marinho, el presidente de la asociación de Víctimas del accidente en ese país, fue notificado del hallazgo por la agencia gala que sigue la investigación del accidente.

El número que se recuperó significa más del doble de los restos que se han encontrado hasta acá, según informó la agencia.

Lo que las cajas negras indicaron es que, antes del accidente, las lecturas de velocidad de la cabina del Airbus habían descendido. Al parecer, se habrían congelado los sensores de velocidad fuera del jet.

Los pilotos del vuelo lucharon por el control del mismo, pero el A330 estaba condenado. Se precipitó desde una altura de 38.000 pies, rodando de izquierda a derecha. Sus alas no pudieron tomar aire suficiente para evitar la caída.