Ayer, la zona del Parque de Mayo mostró una postal inusual. Parecía un camping debido a las carpas que la gente armó para protegerse del frío y así disfrutar del espectáculo de las bandas locales y nacionales. Fue una decisión acertada, ya que a media tarde las bajas temperaturas y el viento Sur se hicieron insoportables a la intemperie. Pese al mal clima los jóvenes le hicieron el aguante a la fiesta de la primavera en el Parque y se quedaron hasta el final.
Teresita armó todo el equipo bien temprano. Además de la canasta de picnic con los sánguches para el almuerzo, cargó en el auto la carpa iglú para seis personas, pese a que sus hijos se rieron de su decisión. “Me dijeron que no la íbamos a usar y ahora no se quieren salir de adentro. Lo bueno es que no se van a perder el espectáculo”, dijo la mujer que llegó al mediodía desde Caucete con su familia al Parque para festejar la primavera. Quiso llegar temprano para ubicar la carpa cerca del escenario. No fue la única. A las 15, ya eran 5 las carpas que la gente armó en el lugar.
La familia Ledo llegó desde Rawson para disfrutar de los espectáculos. Durante unos 15 minutos recorrió la zona para ver dónde instalar la carpa para tener una buena visión del escenario. La puso detrás del Reloj, en uno de los pocos lugares que quedaban vacíos a esa hora. “Pensamos que íbamos a ser los únicos en traer una carpa y nos equivocamos. Muchas familias con niños chicos lo hicieron para que por lo menos ellos no pasen tanto frío”, dijo Juan Ledo.
Las personas que llegaron después de las 17 a la zona del Parque ya no tuvieron un lugar disponible para armar su carpa. A esa hora el lugar ya estaba repleto de espectadores.
Desde el mediodía la gente comenzó a llegar al Parque para participar de los festejos de la primavera que organizó el Gobierno. Como a esa hora ya comenzó a hacerse sentir el frío, las personas trataron de ubicarse en lugares donde estuvieran al resguardo del viento. Lo hicieron detrás de las carpas gigantes que se pusieron en el lugar para informar sobre las actividades del Ministerio de Desarrollo Humano, la de la Policía, la del puesto sanitario y la que se usó de punto de encuentro para los niños perdidos. La técnica dio resultado por un par de horas hasta que la temperatura descendió aún más. Fue entonces que la gente que llevó su propia carpa permitió que niños ajenos y desconocidos entraran en la misma. ’No importa si están apretujados lo importante es que no estén en medio del frío. Prefiero quedarme afuera para que puedan entrar un par de niños más’, dijo Jorge Montaño quien ofreció su carpa para que entraran los dos niños de la familia que estaba al lado y sin ningún tipo de protección.
Con frazadas y hasta los manteles que llevaron para el picnic, algunas personas trataron de ganarle al frío. Otras, lo hicieron tomando mate caliente sin parar para mantenerse en calor. Pero el panorama comenzó a cambiar cuando comenzaron a tocar las primeras bandas de rock. Hasta los abuelos se pararon y empezaron a saltar al ritmo de la música para entrar en calor. Los que estaban más alejados del escenario prefirieron jugar a la pelota para calentar el cuerpo.
Los que menos sufrieron el frío fueron los jóvenes que quisieron ver de cerca a sus bandas favoritas. Se apretujaron lo más cerca del escenario para ver el show.
