No fue fácil llegar hasta el primer piso donde están los niños internados. Primero tuvieron que atravesar el patio del hospital y luego el pasillo central. Es que a cada paso, los Reyes Magos eran detenidos por los chicos que estaban esperando ser atendidos en los consultorios externos y querían saludarlos. Un abrazo, un beso y una foto. Para muchos este fue el mejor regalo que recibieron por anticipado en el Hospital Marcial Quiroga. La visita de ayer estuvo organizada por la asociación Manos Abiertas, coordinada por Susana Mercado.
Si bien el objetivo de los Reyes era llegar hasta el Servicio de Pediatría, donde están internados niños que padecen enfermedades graves y hasta en algunos casos, terminales, primero tuvieron que cumplir el deseo de los que deambulaban por el lugar, acompañados de sus padres. Leandro, con apenas 4 años, los siguió hasta último momento. El niño había ido al médico con su abuela, pero ni bien se dio cuenta que los Reyes estaban en ‘vivo y en directo‘, no les perdió pisada. Y logró lo que tanto quería: darle un beso y un abrazo a Melchor y llevarse a casa un avioncito de juguete.
Fue poco más de una hora que los niños se olvidaron del dolor para recibir por anticipado un regalo en manos de los Reyes. Así, las jeringas, las vendas y los sueros, se mezclaron por un rato entre los ositos de peluche, los camioncitos y las muñecas de trapo.
Pero los Reyes no fueron solos. Un arlequín, un hada, una princesa, varios payasos y hasta Papá Noel se sumaron a la visita solidaria y aprovecharon para sacarse fotos con los chicos, con los papás y hasta con los médicos que estaban de guardia. Esta misma visita, más tarde se repitió en el Servicio de Pediatría del Hospital Rawson.
De todos los pabellones que recorrieron los Reyes, el más conmovedor fue el sector donde estaban los niños quemados. Es que pudieron entrar muy poco tiempo ya que la mayoría de los chicos estaban vendados casi por completo y por razones de higiene se encontraban casi aislados. Sin embargo, a pesar de todo esto, los regalos también llegaron hasta allí.
