Llega recargado. Con ganas de demostrar todo lo que antes no tuvo chance de dar. Germán Gigena regresó a Desamparados para disputar la segunda parte del Argentino B, y tal cual él lo expresó, buscará revancha. Ni los dos goles convertidos a Rosario Central en el último encuentro de la B Nacional para el víbora, pudieron llenar el vacío en el delantero que disputó pocos partidos en esa categoría, pero que cuando le tocó jugar dejó todo. Por eso, Gigena -quien arriba desde Gimnasia de Mendoza- buscará con goles tomarse revancha.
“Estoy muy contento, me toca volver a un club que me abrió las puertas en su momento, que me apoyó y que ahora volvió a confiar en mí. Así que esperemos hacer un buen torneo. No dudé en decir que sí cuando me llamaron”, confió el jugador momentos antes que arrancara la practica de fútbol en la tarde de ayer en donde el “Gato” fue titular y en caso de llegar su habilitación (ver recuadro) estará presente en el encuentro que marcará el debut en el 2014 mañana (18.30) ante Palmira, en Mendoza.
El jugador arribó a Puyuta tras la salida de Eduardo “Chori” Sosa, quien emigró al fútbol de Guatemala. Lo mismo sucedió en la temporada de la B Nacional, cuando el “Gato” llegó para reemplazar a Walter Cuevas, lesionado en ese momento. Pero esta vez, el delantero cordobés buscará tener continuidad y así lo ratificó: “En esa temporada me quedé con ganas de jugar. No tuve mucha continuidad pero la vez que me tocaba la chance, trataba de dejar todo. Ojalá esta vez pueda jugar. Será muy importante que comencemos ganando el miércoles en Mendoza y si me toca hacer dos o tres goles, mucho mejor”, aseguró.
Sobre los tantos convertidos ante el Canalla, el futbolista surgido en Argentino Peñarol, de su Córdoba natal, contó que todavía están intactos en su memoria como un grato recuerdo, no así el descenso. “Cualquier jugador sueña con hacerle goles a Central o a cualquier club grande del país, me tocó a mí y lo valoré muchísimo. Hasta ahora veo los videos y me emociono. Aunque bueno, ni eso sirvió para salvarnos. Creo que el descenso nos pegó muy duro. Eso no me lo olvido jamás”, puntualizó quien tras su paso por Desamparados emigró a Mar del Plata para jugar en Alvarado y luego recaló en el Lobo mendocino para disputar el Argentino B. En esa institución no tuvo demasiada continuidad porque sufrió apendicitis y estuvo mucho tiempo sin jugar.
El Gato sabe muy bien que el público de Desamparados es exigente, pero eso no es una presión para él: “Se que vine a un club con mucha historia, con mucha gente. Después de los golpes que le ha tocado recibir, vi el club bien. Con muchas pilas, confiados en que las cosas se van hacer bien. La gente tiene que estar tranquila”, sostuvo y agregó: “¿Si me preguntás si pesa tener que jugar Argentino B? Diría que no, es una categoría que conozco muy bien, como también conozco a los clubes de San Juan. Sí es una categoría dura, complicada, donde a veces no podes plasmar el juego como vos querés. Yo estoy para hacer goles, ojalá se me pueda dar para ayudar al equipo y cumplir el objetivo”, finalizó.
