La región de América Latina y el Caribe incrementó en una década la población económicamente activa, pero generó la mitad de los puestos de trabajo necesarios, lo que favorece con el flujo de mano de obra a países como Estados Unidos, indican demógrafos.
“El investigador mexicano Alejandro Canales afirma que entre 2000 y 2008, Estados Unidos generó 10 millones de puestos de trabajo, y los estadounidenses nativos crecieron en 3,6 millones, o sea que tenía un déficit de fuerza de trabajo de 6,7 millones“, dijo a la agencia oficial de noticias Télam el demógrafo Enrique Peláez.
Ese déficit “fue compensado en un 44 por ciento con inmigrantes latinos y 27 por ciento de inmigrantes de otros países en desarrollo”, informó.
Mientras tanto, en el mismo período, “en América Latina y el Caribe aumentó la población económicamente activa en 56 millones de personas, y el crecimiento en puestos de trabajo fue de 33 millones“.
“Es decir que en la región hay un superávit de 23 millones de personas, de las cuales 16 millones fueron al empleo informal, 4 millones emigraron, y 3,2 millones están desempleadas”, indicó.
