Alberto Lebbos, padre de la joven Paulina Lebbos, asesinada hace siete años, fue reprimido con gas pimienta por la policía de Tucumán, cuando intentaba llegar hasta la Catedral capitalina para participar del Tedeum por el 9 de Julio.
Un grupo de efectivos frenó el avance de Lebbos, cuando se encontraba a una cuadra del templo mayor de San Miguel de Tucumán, adonde asistió el gobernador José Alperovich.
Lebbos denunció días atrás que el crimen habría sido perpetrado por ‘los hijos del poder‘ y mencionó como uno de los supuestos involucrados a Gabriel Alperovich, cuyo padre es el gobernador tucumano. El padre de Paulina fue frenado por los efectivos, cuando pretendía manifestarse de forma ‘pacífica‘, dijo. La Policía le cerró el paso y cuando Lebbos intentó atravesar la barricada de efectivos fue rociado con gas pimienta en los ojos.
Paulina tenía 23 años cuando desapareció, en la mañana del 26 de febrero de 2006. Había salido de su casa a bailar y lo último que se supo de ella fue que a las 6.30 de la mañana y a bordo de un remís, dejó a una amiga en su casa y siguió viaje hacia la de su novio.
Su cadáver fue hallado dos semanas después, al costado de una ruta. Su padre, que era funcionario de la gestión de Alperovich, renunció tras el trágico hallazgo. Días atrás, Alberto dijo que hace días se le ‘acercó un señor y me dijo que había sido testigo de conversaciones donde se mencionaba el caso de mi hija‘. Y continuó: ‘En esas conversaciones se señalaba que unos de los responsables directos del asesinato de Paulina eran el hijo del gobernador Alperovich‘.
