La dirigencia del radicalismo se preocupó ayer en público por minimizar las diferencias con Elisa Carrió por su negativa a participar de la convocatoria al diálogo que realizó el Gobierno Nacional, pero al interior del partido se hicieron sentir los reproches hacia la líder de la Coalición Cívica.

Antes de ir a la Casa Rosada, los radicales se reunieron en la sede del Comité Nacional para hacer una evaluación sobre la situación en cada provincia después de las elecciones y establecer una hoja de ruta para los próximos seis meses.

Allí, Morales remarcó en varias oportunidades que “respeta” la postura de su aliada a nivel nacional, recordó que “no es nueva la posición” que mostró la Coalición Cívica en esta instancia y prometió que continuará el trabajo conjunto en el Parlamento.

Si bien los radicales buscaron minimizar en público los disensos internos, durante la reunión surgieron varios reproches para Carrió, a quien cuestionaron porque siempre “le encanta diferenciarse” en sus decisiones políticas, dijo un dirigente del interior. Tampoco olvidaron el tercer puesto que obtuvo Lilita en la Ciudad de Buenos Aires.