Fue un rescate providencial, justo a tiempo para salvarle la vida. Es que el animal estaba herido y con pocas fuerzas para seguir luchando. Apenas el operario de turno vio que un animal era arrastrado por el agua, no dudó y junto a un compañero salió al rescate. Y del canal que abastece a la central lograron sacar a una guanaca y entregársela a las autoridades. El animal ahora se recupera en el Parque Faunístico y si bien está evolucionando favorablemente, su pronóstico es reservado.
En La Olla no recuerdan un antecedente similar. Según informaron desde la empresa, la guanaca flotaba a duras penas en el denominado río hidroeléctrico Ullum, que toma agua del río San Juan a la altura del dique Punta Negra. Ya en la zona de rejas de la central no pudo avanzar y el personal, con más maña que fuerza y aprovechando que la guanaca cooperó, fue salvada. Estaba totalmente extenuada y herida, por el esfuerzo previo que hizo para tratar de salir del canal.
Inmediatamente en la empresa llamaron a la Policía, que se llevó al animal y por intervención de la Secretaría de Ambiente, derivado luego al Faunístico.
Se supone que la guanaca bajó las montañas buscando agua y por eso llegó al canal, que puede compararse en ancho y profundidad con el Benavídez. Se presume entonces que resbaló hacia el cauce, aproximadamente a un kilómetro de la central. Es que no pudo haber caído antes pues en su recorrido previo desde la toma hay puentes y una serie de sifones, en los que hubiese sido imposible que sobreviviera, explicaron los especialistas.
‘Sufre politraumatismos varios, sus miembros inferiores delanteros presentan lesiones y tiene un hematoma muy importante en su pecho, todas lesiones que aparentemente se produjeron en su lucha por salvarse de morir ahogada. De momento está aislada y en cuarentena’, explicó Iván Simoncelli, veterinario del Faunístico.
Simonceli indicó que si bien evoluciona favorablemente, su pronóstico es reservado. ‘Hay que esperar unos 15 días, porque los animales suelen manifestar problemas en ese lapso después de padecer episodios de estrés extremo’, señaló.
Si no presenta alteraciones en su salud, la guanaca tardará unos dos meses en recuperarse en plenitud. Y una vez que ya pueda valerse por sí misma, las autoridades decidirán si corresponderá restituirla a su hábitat natural o si pasará a ser una integrante más de la familia de camélidos que hay en el Parque Faunístico.
