Por tres casas no es un pueblo fantasma. Pero a juzgar por el éxodo de los últimos 20 años, no queda mucho para que la Puntilla, de Albardón, se convierta en una zona netamente de fincas y pierda el orgullo que históricamente ostentó: ser el último pueblo del departamento Albardón antes del río San Juan.
La única calle del pueblo, la Fermín Monla, suele ser el camino alternativo entre el Oeste del Gran San Juan y la tierra del vino Moscatel, ya que muchos albardoneros y las maestras cortan camino por ahí cuando el río San Juan no lleva agua para llegar hasta Las Tapias o El Rincón.
Históricamente la Puntilla fue un pueblo chico que no tenía más de 10 casitas. En este momento sólo quedan tres en pie. El resto se transformó en ruinas por las consecuencias de haber quedado deshabitadas. Esto facilitó el trabajo de los delincuentes que saquearon puertas, ventanas, palos y todo lo que se podía usar para otra construcción.
Ahora la calle Monla llena de intriga al ver las casas abandonadas en la falda del cerro, con una vista única entre la aridez de la montaña, el verde de los cultivos y el lecho del río San Juan.
‘La gente se fue de aquí por las distancias. 20 años atrás esto parecía un pueblo. Las nueve casas que había aquí estaban habitadas. Todos trabajaban la tierra, hacían sus conservas, sus dulces y en las casas se plantaban flores y se tenían animales‘, rememora con cierta amargura Juana Aciar, una jachallera que vivió la mayor parte de su vida en este pueblo.
Juana y su hijo Alberto, Jorge Guzmán, sus tres hijos y su esposa, y Máximo Moral, un anciano que se gana la vida como tractorista, son los ocho pobladores que quedan en la Puntilla. Y están resistiendo para que ese lugar no se transforme en un pueblo fantasma.
Todos trabajan la tierra, pero no son propietarios, sino obreros rurales. ‘Yo tengo ganas de irme de acá, por lo menos a Las Tapias. El año que viene mi hijo mayor tiene que ir a la escuela secundaria y lo más cerca que tenemos es la escuela nacional de Las Lajas, a 15 kilómetros‘, cuenta Jorge Guzmán.