Combatir la violencia en distintos ámbitos de nuestra sociedad parece una utopía, ya que la solución no está en ir contra las consecuencias, sancionando a los revoltosos o agresivos, como se hace habitualmente, sino llegando hasta las causas mismas que hacen que una persona transgreda normas de conductas y valores, y considere que esa es la forma correcta de vivir, porque así se le inculcó desde que era muy pequeño.

La medida de sancionar a los padres de los hijos que exterioricen actos de violencia o agresiones a sus pares o docentes, en los establecimientos educativos, es una acción que se tendría que haberse aplicado hace tiempo ante la sucesión de hechos de indisciplina e intolerancia. Es más, es una medida que debe ser implementada cuanto antes, garantizando que la justicia y las autoridades actúen en consecuencia, sin ningún tipo de contemplaciones, convocando a los padres sin que sea necesario anteponer excusas que terminen desvirtuando el espíritu de esta disposición.

El proyecto de ley, del diputado Javier Ruiz Álvarez, en estado parlamentario y con con el visto mayoritario, busca modificar el Código de Faltas para permitir la sanción de los padres que agredan a docentes y viceversa, en el ámbito escolar, como también castigar a los padres de los alumnos que comentan hechos de violencia grave dentro de la escuela o el acoso sistemático y violento a otros compañeros (bullying). Precisamente, si bien el Código Penal prevé sanciones por agresiones verbales o físicas, no tipifica el bullying y tampoco estipula sanciones económicas, por lo que se busca con esta ley es aplicar a los responsables multas en dinero y la posibilidad del encarcelamiento.

Sin duda, habrá casos en los que los progenitores estarán de acuerdo con la medida porque en lo más profundo de su ser desean encontrar una solución a la violencia escolar, cada vez más común y con graves consecuencias, como los ataques con un armas que se introducen en la escuela. Pero hay otros padres que estarán en franca oposición, deslindando responsabilidades o argumentando distintas causas para justificar a sus hijos violentos, sin admitir que la mayoría de estos problemas se originan en el seno del hogar.

La sanción, con detención efectiva, o económica, surge como una alternativa que se reclama desde hace tiempo. Ha llegado la hora de implementarla para ordenar un poco el comportamiento de algunos sectores sociales.