Cumpleindo una de sus más caras promesas de campaña, el presidente Barack Obama anunciará hoy formalmente al mundo el fin de la Guerra en Irak, pero EEUU puede tener problemas para cumplir su promesa de retirar toda presencia militar del país, a tenor de lo ocurrido en otros conflictos, como la II Guerra Mundial o Corea. Aún hoy, 65 años después de la ultima guerra mundial (1939-1945), EEUU tiene destacados casi 50.000 soldados en Alemania y 35.000 en Japón, en tanto que tras la guerra de Corea (1950-1953) hay aún hoy desplegados en torno a 7.000 militares en el país asiático.
Miles de soldados de EEUU abandonaron Irak durante la semana pasada varios días antes de la fecha pautada del 31 de agosto. No obstante, en ese país quedarán algo menos de 50.000 soldados para labores de adiestramiento, con la idea de que puedan salir en el 2011, una vez que las fuerzas iraquíes estén preparadas para asumir sus responsabilidades. En paralelo a la retirada militar, un batallón de diplomáticos y civiles se desplegará en el país, lo que trasladará el peso de la compleja relación con Irak del Pentágono al Departamento de Estado.
La salida de Irak evoca a otras contiendas en las que se ha visto involucrado EEUU, aunque según dijo el experto Paul Eaton, del grupo de estudios National Security Network, ahora existe "un escenario mucho más complejo que los cierres de campañas en Vietnam, en Corea o en la Segunda Guerra Mundial".
La conclusión de la Primera Guerra del Golfo (1990-1991) fue casi tan nítida como la de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos y sus aliados fueron al combate con un objetivo definido -la expulsión de los iraquíes que habían invadido Kuwait- lograron el objetivo y se retiraron.
Pero Irak es un caso distinto. La reducción sustancial de la presencia militar de EEUU -de unos 160.000 soldados hace un año a menos de 50.000 hoy- se ha logrado mediante complejas negociaciones con el gobierno iraquí, los suníes, los chiíes y los kurdos, añadió Eaton.
El presidente Obama ha prometido que para fin de 2011 habrán salido de Irak casi todos los soldados estadounidenses, pero Eaton cree que el gobierno de Irak expresará su preferencia para que EEUU extienda la presencia de sus tropas.
"Les interesa a los iraquíes para el desarrollo de sus propias fuerzas de seguridad interna y para la defensa nacional", continuó Eaton. "Y le interesa a EEUU para la contención de Irán".
Irak "puede desempeñar un papel crucial para limitar la influencia iraní y la capacidad de Irán para amenazar e intimidar a los vecinos en el Golfo", apuntó Anthony Cordesman, un experto del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington.
El ex embajador estadounidense en Irak John D. Negroponte escribió en la revista Foreign Policy de agosto que "aunque no puede descartarse la posibilidad, es poco probable que la presencia de las tropas (de EEUU) se extienda más allá de 2011".
"Los imperativos políticos, tanto en Irak como en EEUU, parecen conspirar contra esa posibilidad, pero hay en ambos países quien argumenta que se necesita una fuerza residual estadounidense de largo plazo", agregó Negroponte.
Kenneth Pollack, director del Centro Saban para Política de Oriente Medio, en el Instituto Brookings, recordó que los casi 50.000 soldados estadounidenses que permanecerán en Irak después del 31 de agosto son "en su mayoría tropas de combate, aunque se les da otro nombre". El contingente incluye unidades de las Fuerzas Especiales que seguirán llevando a cabo misiones clandestinas contra Al Qaeda y grupos armados iraquíes que tengan vínculos con la red terrorista.
