Ni bien se dio a conocer la nueva Ley de Tránsito que prevé la quita de la licencia de conducir por no contar con la revisión técnica del vehículo, entre otras faltas, Esteban Echeverría decidió llevar su Volkswagen Gacel "87 a alguno de los talleres habilitados. En ninguno de los tres logró atención inmediata. El turno más cercano lo consiguió para una semana después de haberlo solicitado. Es que a pesar de que tanto la Policía como los Juzgados de Paz decidieron postergar la exigencia de este requisito por ahora, la gente igualmente comenzó a llevar su vehículo para verificar su estado general. Esto ha generado que los talleres se vean desbordados y hayan tenido que doblar el horario de atención.

"Ni siquiera podemos dar turnos porque es imposible calcular para cuándo habrá uno disponible, dado las consultas que recibimos a diario. Por eso también hemos tenido que comenzar a trabajar de tarde para cubrir la demanda". Lo dijo Mario Castro Bazán, del taller que se encuentra en calle Córdoba y Urquiza, donde desde hace una semana llega el triple de clientes. Contó que antes de la nueva Ley de Tránsito revisaban en promedio unos 7 vehículos por día, y todos usados con fines comerciales. Pero que ahora revisan 21, y en un 95 por ciento son de particulares.

Una situación similar se vive en el taller de Ruta 40 antes de calle 5. Hasta hace una semana allí atendían unos 50 vehículos a diario, ahora el número ascendió a más de 80, mientras que los llamados para pedir turno superan los 100. "Creo que más que miedo a perder el carnet, a la gente le ha hecho un clic en la cabeza y se ha dado cuenta de que un auto con frenos deficientes, sin el tren delantero en perfecto estado, puede ser un arma mortal -sostuvo Ariel Manrique, del taller mencionado-. Y lo que reafirma este cambio de actitud es que la gente vuelve a traer su vehículo después de haber reparado los desperfectos descubiertos durante la revisión".

Por su parte Jorge Alonso, responsable del taller ubicado sobre la Ruta 20 en Santa Lucía, donde ahora se atiende por día a 25 clientes más de los 15 que se atendía hasta la semana pasada, sostuvo que tuvo que comenzar a atender en horario de corrido de 8.30 a 20 para satisfacer la demanda. También, que todo el personal tuvo que prepararse para lidiar con la disconformidad de algunos conductores. "A veces no creen que un auto impecable y sin ruidos extraños tenga problemas en el sistema de frenos o en la caja de dirección, entonces se enojan un poco cuando les decís que no podés darles la oblea habilitante -dijo Jorge Alonso, del taller en Santa Lucía-. También se enojan cuando el único motivo de no obtener esta oblea es que el auto tenga vidrios polarizados, prohibidos por la ley".