Anteayer rodó junto a Javier Páez en la entrada al velódromo por la impericia del conductor de una de las motos de la Policía. Ayer se pegó feo junto a sus compañeros Mauro Richeze y Gerardo Fernández. El barrealino Ricardo Escuela no gana para sustos. Si bien es cierto que de la caída en pleno peralte le quedó una gran "quemadura" en su nalga izquierda y -por suerte- ninguna fractura, también es verdad que este tipo de infortunios suele pasar factura después, cuando el cuerpo se enfría. Y, lamentablemente en una Vuelta, así como hay poco tiempo de descanso, menos tiempo hay para recuperarse de magulladuras, laceraciones y traumatismos.

Al igual que Gerardo Fernández, Escuela venía lanzado a casi -o más- de 60 kilómetros por hora, por lo que nada pudo hacer para esquivar la rueda trasera de la bicicleta de Richeze a quien se le corrió la máquina en pleno embalaje.