River Plate volvió a la cima del torneo Apertura al vencer ayer por 1 a 0 a Arsenal con un estilo propio del conjunto de Sarandí y no del que pregona su entrenador, Angel Cappa, como lo fue el recurso de la pelota parada.
El gol de los de Núñez llegó justamente tras un corner lanzado desde la derecha por Ariel Ortega que fue cabeceado por uno de los máximos anotadores del certamen con cuatro unidades, Rogelio Funes Mori, a la vez figura del partido.
Los riverplatenses llegaron a los 13 puntos en el campeonato y comparten el primer escalón de la tabla con Vélez Sarsfield y Estudiantes, aunque los platenses tienen pendiente el clásico con Gimnasia y Esgrima.
Pero lejos estuvo ayer River, del "tiki tiki" que quiere imponerle Cappa a este River. Sin embargo ese concepto, no es interpretado por ellos de la misma manera que lo hacían los jugadores de aquel Huracán subcampeón del pasado Clausura 2009.
Seguramente los jugadores son diferentes, no existen los mismos elementos de buen pie que tenía aquel "Globo", pero lo concreto es que hoy por hoy el "millonario" está pobre de fútbol y es mucho más utilitario de lo que hasta su director técnico debe desear.
De hecho River nunca pudo ejercer una superioridad notoria sobre este Arsenal remodelado por Gustavo Alfaro, que está volviendo a convertirse en un rival complicado en cualquier escenario.
Es más, no mereció perder este partido y, de haber estado más fino Luciano Leguizamón, hasta pudo aspirar a llevarse los tres puntos del Monumental.
Ese fue el déficit de los de Sarandí, que durante varios pasajes del encuentro merodearon el área local pero nunca pudieron invadirla con chances ciertas de convertir.
Y como el juego se desarrolló mayoritariamente lejos de los arcos, las sensaciones de que Arsenal podía desnivelar en una pelota parada estaba instalada en la multitud que volvió a copar el estadio riverplatense.
Sin embargo esta vez la historia se invirtió y fue para River esa taba que le cayó del derecho tras la pegada de Ortega y el buen anticipo ofensivo de Funes Mori.
Después de esa conquista, que llegó sobre la media hora del segundo tiempo, a Arsenal le costó llegar sobre la valla de Carrizo y River supo entonces como cerrar el partido.
Claro que eso le terminó costando caro al dueño de casa, por expulsiones a Almeyda y Pereyra. En la misma acción, también vio la tarjeta roja pablo Aguilar en la visita.
Y fue triunfo de River nomás, para subirse nuevamente a la punta y seguir la lucha por salir de la zona de descenso directo.
