River Plate venció anoche a Argentinos Juniors por 2 a 1, en La Paternal, y cortó la racha de 17 partidos sin ganar de visitante, en el encuentro que cerró la undécima fecha del torneo Apertura.
Además de ganar fuera de casa después de ocho meses, los tres puntos significaron el primer triunfo de Leonardo Astrada como entrenador en su vuelta al banco del equipo de Núñez, y el primer triunfo millonario en el remodelado estadio Diego Armando Maradona.
A la leve mejoría en el juego que mostró en los empates frente a Huracán y en el superclásico, River le agregó el resultado positivo, el segundo del campeonato.
Los puntos fuertes de River fueron la solidez de la línea de tres en el fondo, el traslado de Diego Barrado, y la improvisación de los chiquitos de arriba.
El entrenador de Argentinos, Claudio Borghi, dispuso un dibujo táctico idéntico al de su rival, pero llegó poco y cuando lo hizo se encontró con las buenas respuestas del arquero de River, Daniel Vega.
En lo que respecta al trámite del partido en La Paternal, River fue de menor a mayor en el primer tiempo, y esa mejoría coincidió con el ingreso de Mauro Díaz por Cristian Fabbiani, quien debió dejar la cancha por un corte al saltar con Andrés Scotti.
El ‘Burrito’ Ortega asistió de manera perfecta a Buonanotte, para que el ‘Enano’ defina cruzado para marcar la merecida ventaja, a los 29 minutos.
En el complemento, River no renunció a atacar en el angosto campo de juego. Hauche pudo empatar a los 31′, pero creció la figura de Vega y Mauro Rosales del banco -ingresó por Buonanotte- selló el 2-0 después de la asistencia precisa de Mauro Díaz.
Sobre el final, Almeyda bajó la pelota con la mano dentro del área y Néstor Ortigoza transformó el penal en el descuento. Sólo quedó sufrimiento para River en el tiempo agregado.
Cuando el equipo local tuvo el control fue porque River se lo permitió, no supo lastimar con el ingreso tardío de Gustavo Oberman ni con pelota detenida, y lo pagó con una justa derrota.
El árbitro Federico Beligoy, que no pasó sobresaltos, pitó el final del partido, que significó una chance perdida para Argentinos de acercarse a los líderes del campeonato, y le sirvió a River para salir lentamente del pozo.
