Una patrulla policial puso en aprietos a unos delincuentes que entraron a robar a una casa céntrica, que se apoderaron de un botín de cerca de 100.000 pesos y que después tuvieron que fugar por los techos, dejando abandonado en la calle el auto en el que andaban. El coche, hasta tenía la llave puesta. La Policía ayer trataba de localizar al propietario o las personas que tenían en su poder ese vehículo.
El insólito episodio ocurrió el domingo en horas de la tarde en la calle San Luis, en el centro capitalino. El auto secuestrado es un Fiat Uno que, de acuerdo a la patente, está radicado en Entre Ríos, informó un alto jefe policial. Los policías de la Seccional 1ra investigaban quién andaba en ese vehículo, pero hasta anoche no se había presentado nadie a reclamarlo.
En la Seccional 1ra informaron que el hecho delictivo tuvo lugar en el domicilio de la familia Bertaggio. La versión es que estas personas se ausentaron de la vivienda pasadas las 14 y minutos después ingresaron unos delincuentes. Para entrar, rompieron la puerta principal. Adentro hicieron un desastre porque revisaron todo en busca de objetos de valor: robaron 15.000 pesos, 1.000 dólares, un equipo de fotografía profesional, además de un costoso teleobjetivo, otras dos cámaras de fotos más pequeñas, una tablet, dos notebooks y numerosas joyas de oro, entre otras cosas, según datos proporcionados por la Policía.
En esos momentos en que los ladrones todavía estaban dentro de la casa, un vecino que alcanzó a ver cuando entraban llamó al 911 de la Policía para avisar del robo. Fue así que a los minutos llegó una patrulla de la Seccional 1ra. Al parecer, los ladrones vieron estacionar al móvil en la puerta de la vivienda y entonces no tuvieron otra alternativa que salir a las apuradas, pero por los techos. Así fue que lograron huir.
Luego, los uniformados pudieron establecer que los sujetos habían dejado abandonado ese Fiat Uno, en el que se movilizaban, estacionado en la calle. Un vecino los vio descender de ese vehículo, dijeron.
