Media hora. Ese tiempo se demoró Norma Pereyra (68), la dueña de un céntrico hotel, en hacer dormir a una de sus nietas, bajar al subsuelo a lavar algunas prendas y regresar a su habitación. Y fue en ese lapso en el que la mujer cree que alguien que conocía los movimientos del lugar entró a su pieza, tiró sus medicamentos para la presión que tenía en una bolsa y allí cargó un jugoso botín que estaba solamente tapado con una frazada sobre una cama: una caja de madera que contenía 20.000 pesos para el pago a proveedores y el mantenimiento del hotel, aseguró la propietaria, quien agregó que un pastillero y un celular también fueron robados. Entonces, las miradas sobre el presunto ladrón recayeron sobre un empleado, que fue inmediatamente despedido.

Según Pereyra, propietaria del hotel "Plaza Hotel", el robo ocurrió en estos últimos días en el complejo que administra desde hace 15 años y en el que vive junto a su familia sobre calle Sarmiento 344 Sur, Capital. Eran las 22 del miércoles cuando fue hasta su habitación (situada a pocos pasos de la recepción) para hacer dormir a su nieta de 9 años. Luego de unos minutos, bajó al subsuelo y lavó un poco de ropa. A la media hora, regresó y se acostó a dormir.

Al otro día, el jueves, descubrió que faltaba la plata. Un proveedor de detergente le entregó un pedido y cuando fue a buscar el dinero, se topó con que la caja donde tenía 20.000 pesos había desaparecido, contó Pereyra (en la foto).

La mujer esperó al otro día a que regresara el conserje (que trabajaba desde hace 3 años) que atiende en la noche para pedirle explicaciones, pero "no supo decirme donde estaba en ese momento y tampoco me dijo si vio a alguien entrar. Por eso hice la denuncia", explicó la mujer.

Lo curioso fue que cuando la Policía allanó el domicilio donde supuestamente vivía el empleado, en Pocito, se topó con que la dirección era falsa, dijeron las fuentes. "Yo no digo que sea él, pero tuvo algunas actitudes extrañas ese día y después, cuando vino a preguntarme por qué hice la denuncia. Antes se han perdido cosas pequeñas: paquetitos con jabones, un combinado del baño, nada importante. Pero esto es demasiado. Lo que más me duele es que traicionen mi confianza y hayan entrado a la pieza cuando la nena dormía", comentó entre lágrimas Norma Pereyra.