El de ayer no fue un asalto como otros tantos perpetrados contra las estaciones de servicio. Los ladrones, además de una pistola, llevaban una amoladora. Sabían a lo que iban. Así, utilizaron el arma para amenazar al único empleado, golpearlo y maniatarlo dentro de las oficinas. Y después, con la máquina cortadora de metal, rompieron y abrieron el buzón de seguridad empotrado en una pared, de donde sustrajeron 44.000 pesos de la recaudación del fin de semana de esa estación de GNC de Rawson, según datos policiales.
El atraco sucedió ayer alrededor de las 4 de la mañana cuando no había nadie más que Sergio Fabián Horquera (40), el empleado, en esa expendedora de gas licuado situada en la popular esquina de República del Líbano y Urquiza. Un sujeto que dijo ser el encargado de mantenimiento del negocio se negó a brindar información. En la Policía dijeron que primero llegó uno de los delincuentes a pie y encaró a Horquera con una pistola 9 milímetros. Lo llevó amenazado hacia la oficina y lo redujo hasta que aparecieron otros tres asaltantes. El empleado fue tomado a golpes y después lo dejaron maniatado, explicaron las fuentes.
La banda no iba por el dinero que tenía encima Horquera, en realidad su objetivo era el buzón donde guardan el dinero y que está empotrado en una pared, dijeron. Es por eso que llevaban una amoladora, según la Policía, la cual emplearon para romper esa caja metálica. Estuvieron trabajando por varios minutos hasta que la abrieron y pudieron sacar todo el dinero. El comisario Luis Echegaray, jefe de la Seccional 24ta, afirmó ayer que el dinero sustraído rondaba entre los 10.000 y 15.000 pesos. Por el contrario, otras altas fuentes policiales revelaron que el botín rondaba los 44.000 pesos, de acuerdo a lo que le dijeron en la misma empresa. Los ladrones pensaron en todo, hasta se llevaron un monitor y las dos CPU de las computadoras, una de las cuales grababa las imágenes de las distintas cámaras de seguridad.
