No hubo armas de fuego en el ataque, pero sí bastante ingenio: porque los dos delincuentes que atacaron ayer a un empleado de Emicar (concesionaria de las licencias de conducir), se complementaron para cerrarle el paso en otro vehículo hasta obligarlo a chocar. Cuando lograron distraerlo con ese aparente accidente, apareció otro sujeto que bajó de otro auto que le estacionó atrás y le arrojó gas pimienta en el rostro.
Lesionado y sin poder resistir, los ladrones no hicieron más que estirar una mano por una ventanilla del auto de la víctima y sustraerle esa plata que pretendía depositar en un banco: 90.000 pesos, según fuentes policiales. Los investigadores creen que hubo un entregador.�
La víctima del particular asalto ocurrido en Rawson fue identificada como Esteban Raúl Riveros. Según la Policía, alrededor de las 11,30 de ayer salió de las oficinas de Emicar con esa importante suma sin ninguna custodia a bordo de un auto particular. Transitaba por Pasteur de Oeste a Este hasta que al llegar al cruce con Bufano, en Rawson, se le atravesó por delante un utilitario (sería un Fiat Fiorino) que lo hizo perder el control y chocar contra un árbol.�
Ese aparente accidente obligó a Riveros a querer increpar al otro conductor. Pero su reacción no hizo más que exponerlo para un segundo ataque: el gas pimienta que le arrojó el conductor de otro auto que había estacionado atrás (sería un VW Bora).�
Con el camino allanado, los ladrones sólo se limitaron a sacar una suerte de sobre con el dinero y escapar. Ayer, en la Policía buscaban testigos y pistas para dar con esos ladrones que actuaron a cara descubierta.
