El segundo robo en menos de 48 horas. A eso hay que sumarle que es el séptimo ataque delictivo del año. Estos son los antecedentes más recientes de la Escuela Policía Federal, en Chimbas, donde ayer en la madrugada volvieron a entrar ladrones y saquearon el ropero comunitario destinado a los alumnos de ese establecimiento, además de sustraer bafles y una decena de sillas.
“Hay una portera casera, pero no alcanza. Tenemos alarma en algunos sectores del edificio, pero tampoco sirve de nada. La única solución es pedir un adicional de servicio de máxima seguridad de la Policía para que cuide la escuela y no nos sigan robando”, explicó Ana Arranz, la directora de ese establecimiento en el que concurren 620 chicos de los niveles primario e inicial. El predio escolar está en la calle Bandera Argentina del barrio Chimbas II y allí también funciona la Escuela de Capacitación Laboral Juan Ramírez de Velasco, de cuyos armarios robaron 5 máquinas de coser familiar y diversos materiales el pasado 27 de julio.
Lo sorprendente de todo es que el lunes último habían entrado a robar a este mismo centro educativo. La alarma se disparó a las 22,30. Mariela Quiroga, la portera casera, llamó de inmediato al 911 de la Policía y minutos más tarde unos uniformados atraparon a un adolescente que se llevaba un ventilador, unos cables y mercadería que sustrajo de una de las aulas.
Ahora bien, no pasaron 48 horas de ese episodio que nuevamente se metieron a robar al local escolar. La casera ni si enteró en qué momento ingresaron. Ella relató que escuchó unos ruidos a eso de las 7 de ayer y cuando salió, creyendo que eran sus compañeros, se encontró con que la puerta del SUM (salón de usos múltiples) estaba abierta.
Después descubrió que habían entrado ladrones, quienes sustrajeron dos bafles grandes y dos parlantes pequeños que estaban guardados en un armario del SUM. De ahí también se llevaron al menos 10 sillas metálicas, confirmó la portera. Y lo más llamativo es que robaron numerosas prendas de vestir usadas que tenían en el ropero comunitario, que justamente está destinado para los chicos de escasos recursos. Por otro lado, los desconocidos rompieron una ventana y accedieron a la cocina, pero como no había mercadería ni artefactos pequeños no se llevaron nada.
