A menos de dos cuadras está la mismísima Central de Policía y una sede de la Policía Federal. Sobre la misma vereda, metros al sur, hay un policía que cuida la Caja de Acción Social. Casi al frente, otro uniformado vigila la sede de un juzgado civil. Al Norte, en la esquina, existen otros dos edificios públicos con custodia policial. Así y todo, lo insólito es que ayer en la madrugada unos delincuentes destrozaron una puerta del frente de una conocida relojería en calle Mendoza entre Santa Fe y Córdoba, en el microcentro, y se llevaron un botín de más de $30.000.
El hecho delictivo tuvo como blanco a la firma Fiorello en Mendoza al 433 Sur. El propietario estaba tan molesto que no quiso dar detalle del robo y dijo ofuscado: ‘para qué va a salir en el diario, si la Policía igual no hace nada’. Fuentes del caso señalaron que los únicos que alcanzaron a tomar unos datos del ilícito fueron los policías de la Seccional 1ra, que llegaron primero; en cambio, al personal de civil de la Central y Criminalística directamente no los dejaron entrar al negocio debido a que el dueño estaba indignado.
El robo fue descubierto ayer en la mañana por los propietarios cuando llegaron a abrir el local, de modo que no se sabe a qué hora ocurrió, explicaron. En la Policía aclararon que el negocio no tiene alarma ni rejas, menos cámaras de seguridad. También dijeron que los delincuentes directamente rompieron la puerta principal, que es de madera. Adentro revisaron todo y lograron llevarse 10.000 pesos en efectivo y alrededor de 20.000 pesos en alhajas y otros productos, según las fuentes, ya que el dueño no quiso hablar. Y es que estaba furioso porque hay policías que custodian edificios públicos ubicados muy cerca de su negocio y nadie vio ni escuchó nada.
