Mayúscula fue la sorpresa que se llevaron los investigadores cuando conocieron en detalle la mecánica del golpe que ejecutó al menos un delincuente para robar unos 250.000 pesos, el segundo botín más importante en lo que va del año en la provincia. Según fuentes ligadas a la investigación, los pesquisas detectaron que el (o los ladrones) no sortearon la presencia de ninguna cámara, ni anularon alarmas ni emplearon demasiado esfuerzo en forzar el ingreso al local.

Ayer describieron que para entrar a las oficinas de ‘Clasur’ en Ignacio de la Roza metros al Este del cruce con Paula A. de Sarmiento, la misión de mayor riesgo fue violentar los ‘delgados’ hierros de la ventana de un galpón, para luego avanzar hacia las oficinas y ganar el entrepiso donde estaba lo que buscaba: un fichero que escondía la suculenta suma.

Ahí llegó la otra sorpresa: para abrir ese fichero tampoco se ejerció violencia, pues se usaron las llaves que estaban en el mismo lugar, precisaron voceros del caso.

El hecho trascendió ayer pero fue denunciado en la fiscalía de Instrucción en turno el último jueves. Ese día, a primera hora, empleados y responsables de la firma descubrieron el faltante que -dijeron- estaba destinado al pago de deudas y sueldos, aunque la mecánica usada por la empresa para liquidar haberes es con cheques.

La denuncia provocó el inmediato pedido de investigación, que fue lo que implementó el titular del Segundo Juzgado de Instrucción, Pablo Flores, encargando la pesquisa a la Policía. Ese mismo día, personal de Criminalística llegó hasta el lugar para recabar datos y tratar de levantar alguna posible huella digital para develar quién pudo ser el o los atacantes.

Y aunque ayer no había trascendido que efectivamente hubiera alguna pista para llegar a esclarecer el hecho, los pesquisas parecían convencidos de que, tal vez, alguien que conocía los movimientos de la empresa y la existencia del dinero en el fichero ‘entregó’ el dato para poder facilitar el gran golpe.