La capilla de Santa Rosa de Lima, ubicada a un costado de la ruta 20, en el km. 12, en Las Chacritas, 9 de Julio, es una de las más antiguas del departamento y siempre está con sus puertas abiertas para recibir a cualquier peregrino de la zona o de paso. Pero el sábado en la tarde ese templo fue visitado por personas que no entraron precisamente a orarle a Dios sino para hacer un daño terrible: una pareja ingresó al santuario, destrozó floreros y trató de forzar una alcancía. Como no pudieron, se llevaron una de las imágenes más queridas y antiquísimas, la de la virgen de Nuestra Señora del Valle y trataron de venderla entre los vecinos. Es más, hasta se la ofrecieron a la encargada de la capilla y luego, inexplicablemente, la destrozaron al no poder venderla, dijeron en la Policía. Tras la denuncia, esa pareja y vecinos de la zona, fueron apresados.
Según la Policía, todo ocurrió la tarde del sábado pero recién trascendió ayer. Unos niños vieron a los sospechosos en el interior rompiendo floreros y tratando de abrir una alcancía con unos palos rotos de lampazos. Como no pudieron abrirla, tomaron la Virgen, de unos 30 cm. de alto, y huyeron, precisaron.
Después, los ladrones fueron a los vecinos ofreciendo la figura a 20 pesos. Una de esas casas era la de Marina de Zabala (74), encargada desde hace más de 30 años de la capilla. "Me dijeron que eran artesanos pero cuando vi que era la Virgen de la capilla se las pedí y luego llamé a la policía", dijo la mujer.
Lo que pasó después no tiene explicación. Cuando los policías de la comisaría 31ra., al mando del comisario Ramón Morales, localizaron a Juan Ariel "El Gato" Guevara (35) y a María Isabel Carrizo (42) -ambos vecinos de la zona-, era demasiado tarde, ya habían destrozado la imagen, dijeron en la Policía. "Esto que pasó es algo dolorosísimo. Duele ver como personas pueden entrar a la casa de Dios y hacer semejante daño", comentó el padre Miguel González, párroco de 9 de Julio.
