Robos hay muchos, pero ninguno tan sentido como el de ayer que golpeó a los pobladores de Sarmiento y también a la comunidad católica de la provincia. Alguien entró a la parroquia de Media Agua y se llevó lo más preciado que tenían, el relicario con los restos de San Antonio de Padua traídos desde Italia y que son únicos en el país. Los religiosos lo tomaron con un atentado a la fe, pues ocurrió a horas nomás de la tradicional celebración en honras del santo patrono. Fue algo puntual, rompieron una caja de blindex para robar únicamente eso, ni siquiera tocaron el sagrario u otras cosas de valor que habían en el templo.

"Lo que han hecho es un manoseo al pueblo. No he parado de llorar toda la mañana y no sabemos qué hacer", decía David Alfredo Gómez, párroco del Santuario de San Antonio de Padua que está ubicado en la esquina de Mendoza y López, en Media Agua. Ese relicario preservaba un pequeño trozo de piel de la mejilla del santo de los novios y las cosas perdidas, muerto en 1231 (ver recuadro). Justamente el sábado se celebró en ese departamento la gran fiesta patronal de San Antonio, que convocó a 10.000 feligreses, algunos venidos de distintos puntos del país. A la noche hubo ranchos típicos en la plaza central y espectáculos musicales que duraron hasta la 1 del domingo. Nada raro pasó hasta entonces.

Ayer a las 7:30, cuando abrieron la parroquia para la primera misa, vieron que el relicario no estaba en su lugar. Habían destrozado la puerta de la caja de blindex que protegía a los restos del santo patrono. Sólo encontraron pedazos de vidrio y dos ventanas del templo abiertas. Por lo visto no tocaron otra cosa.

"La reliquia no tiene un valor económico, pero sí un gran valor espiritual y sentimental para toda la comunidad. No tienen conciencia del daño que hicieron", comentó el párroco Gómez. "Esto ha sido contra San Antonio. Fue hecho con odio", especuló otro padre.

Hasta el intendente Alberto Hensel fue a la parroquia. También el jefe de Policía, Miguel González, quien junto a los investigadores estableció que los ladrones entraron por la ventana del ala Norte del templo y utilizaron una piedra u otro objeto duro para romper la caja de vidrio. Después escaparon por una ventana del lado Sur, que da a calle Mendoza, dijeron. Los policías especulaban que podrían ser simple ladrones, o menores, que no saben que esto no se puede vender. Por otro lado, no descartaron que haya sido obra de alguien que fue mandado por algún coleccionista, por el valor simbólico de la reliquia. La policía realizó ayer una serie de allanamientos, pero hasta anoche no tenía rastros firmes de esta joya de la Iglesia católica.