Buenos Aires, 12 de mayo.- El neozelandés Russell Crowe y la australiana Cate Blanchett fueron hoy las figuras centrales en la apertura del Festival de Cine de Cannes, que se inauguró con la proyección de "Robin Hood", el filme de Ridley Scott, que protagonizan para animar una nueva versión sobre el célebre bandido medieval que robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
Para la sorpresa de muchos, el cineasta británico, autor de obras como "Alien", "Blade Runner" y "Gladiador", faltó a la cita cinematográfica francesa debido a que -tal como señaló a último momento en un comunicado- todavía no está recuperado de una operación que tuvo en una de sus rodillas.
"Yo crecí viendo las películas de Errol Flynn y de hecho se habían hecho muchas películas sobre Robin Hood antes", afirmó Crowe -que esta vez se mostró moderado y correcto, sin hacer gala de su fama de mal genio- en una multitudinaria conferencia de prensa, a donde llegó junto a Blanchett.
Sin embargo, el actor indicó que esas películas "no habían contado las motivaciones reales, la perspectiva personal del personaje ni el contexto histórico en que se desarrolla su vida y eso es lo que queríamos contar ahora".
Aunque fuera de competencia, la nueva superproducción del cineasta inglés participa de la sección oficial del Festival y confirma la tendencia -que ya parece una costumbre- de sus organizadores por elegir filmes de mero entretenimiento para asegurarse una inauguración rutilante y glamorosa, con una alfombra roja plagada de estrellas.
Sin embargo, el encuentro no para de ofrecer gratas sorpresas, ya que incorporó a último momento en su competencia oficial a "Rout Irish", la nueva película del cineasta británico Ken Loach, conocido por el compromiso político de su obra y que en esta oportunidad aborda críticamente las consecuencias de la intervención militar inglesa en la guerra de Irak.
Además, el certamen va mucho más allá de las películas y las expectativas que generan los artistas que desfilan por su alfombra roja, porque en su seno se hacen eco debates más profundos, a través por ejemplo de los reclamos por la liberación del cineasta iraní Jafar Panahi, preso en su país por motivos políticos e imposibilitado de llegar aquí a formar parte del jurado oficial.
También hoy se supo que varios directores que compiten en la sección oficial firmaron una solicitada a favor del cineasta Roman Polanski, de 76 años, quien actualmente cumple arresto domiciliario en Suiza a raíz de una causa judicial de la justicia estadounidense, que pide su extradición por el abuso sexual de una menor ocurrido hace más de tres décadas en Estados Unidos.
Pero el centro de la atención estuvo sin dudas en Russell Crowe, Cate Blanchett y "Robin Hood", una película épica casi calcada de "Gladiador", donde el intérprete neozelandés se muda del imperio romano a la Inglaterra medieval, en las postrimerías de las Cruzadas a Medio Oriente, para encarar a un héroe de guerra que se convierte en bandido y es perseguido por un rey corrupto.
"Muchos de los eventos tienen paralelismos con la realidad contemporánea y esa era también una de las cosas que nos propusimos con Ridley Scott al decidir que trabajaríamos juntos en esta nueva versión", afirmó Crowe, que también fue uno de los productores del filme.
Y explicó que "decidimos con Ridley y el guionista que íbamos a contar todo aquello que llevó a Robin Hood a convertirse en lo que fue, es decir, la historia previa, acerca de por qué se convirtió en la leyenda que luego fue".
Scott ofrece un relato esquemático y lleno de estereotipos para contar el comienzo de la leyenda de Robin de Loxley, un arquero del ejército del rey Ricardo Corazón de León, que regresa a Inglaterra luego de las Cruzadas y que toma el lugar de un miembro de la nobleza de Nottingham para entregar una espada a uno señor feudal.
La película deambula sin complejos por el terreno de la leyenda, el mito y la historia real, mezclando eventos y personajes, y transformando a un simple soldado en el esposo de la viuda de un noble, en el líder de la resistencia de todos los señores feudales en contra de una invasión francesa y en un héroe invencible, que lucha contra las injusticias en favor de la libertad y la igualdad.
Al morir Ricardo Corazón de León, el trono pasa a su hermano Juan, un joven ambicioso e inexperto, que no tiene problemas en someter a sus súbditos a los peores tormentos con tal de que paguen sus impuestos, y que se rodea de personajes indeseables y malignos, como un oficial sanguinario e impiadoso que se convierte en el contrincante principal del bandido héroe.
Esta nueva versión de "Robin Hood" se suma a las ya clásicas protagonizadas por Douglas Fairbanks y Errol Flynn, y a otras más modernas con Sean Connery y Kevin Costner, y además de Crowe y Blanchett, tiene en su elenco a grandes actores de la talles de William Hurt y Max von Sydow.
A pesar de las tormentas y la crecida del mar que la semana pasada inundaron la Croisette y otras calles aledañas, o de la nube volcánica que cubre el norte de Europa y hace peligrar la llegada a tiempo de algunos famosos, el certamen francés comenzó con gran ímpetu, en un clima festivo que se extiende a las salas, las calles e incluso a las playas de Cannes.
