El ministro de Gobierno, Emilio Fernández, salió ayer a respaldar el sistema de cámaras de video en puntos estratégicos de la ciudad y en algunos departamentos, porque con esa incorporación tecnológica en la policía, dijo, "se logró prevenir varios delitos o esclarecerlos cuando no se pudo", como ocurrió el último domingo en un kiosco de la esquina de Mitre y General Acha de la Plaza 25 de Mayo, en el que una cámara situada a menos de 10 metros registró la actitud sospechosa de dos menores que, se supone, fueron los que forzaron una puerta y robaron 2.000 pesos en cigarrillos y otras mercaderías además de unos 50 pesos que los propietarios tenían para dar vuelto.
De todos modos, Fernández aseguró que desde la fuerza le informaron que ya se inició un sumario investigativo para determinar si el policía encargado del control de la cámara que registró el hecho, cometió o una negligencia porque -explicó- el aparato tiene un sistema de rotación se percibe a dos chicos en el pequeño comercio, pero no el momento en el que violentan la puerta, por ejemplo. Fuentes policiales aseguraron que esa investigación interna, involucra a toda la guardia: un oficial y otros cuatro policías de la sala de video ubicada en la Central de Policía.
El robo al kiosco de Miriam Hernández (que no fue el primero) ocurrió alrededor de las 4.30 del domingo. Y representó el segundo caso en el que la actitud sospechosa o el delito en pleno trámite es registrado por una cámara sin que se de el alarma para impedirlo: el 9 de septiembre pasado ocurrió un caso similar en "San Juan Informática", ubicado en avenida Rawson entre 25 de Mayo y San Luis. Ese día, al menos dos delincuentes robaron 30.000 pesos en computadoras a pesar de que una cámara de la policía registraba sus movimientos sospechosos.
Si bien esos delincuentes hasta ahora no son capturados, lo contrario ocurrió con el caso del kiosco, porque al actuar tan cerca de la cámara, los rostros de los menores quedaron perfectamente identificados: uno tiene 16 años y vive en el barrio Los Cardos; el otro 12 años y reside en el barrio La Amistad, ambos en Chimbas.
El mismo domingo policías de la seccional 1ra. allanaron las casas de ambos menores (conocidos por sus múltiples causas por robos) pero no los detuvieron porque -explicaron en la policía- la orden de la juez era capturarlos sólo en caso de secuestro positivo, es decir el hallazgo de la mercadería. De todos modos ayer apresaron al mayor de los implicados y buscaban intensamente al otro menor, a pesar de que aún encontraban con la mercadería sustraída, precisaron las fuentes.
