Los niños sorprendidos preguntaron por qué a Rocco lo tienen adentro de una vitrina donde no puede ni respirar. Más sorpresa les causó enterarse de que está muerto. Aunque no lo parezca. Se trata de un San Bernardo gigante que forma parte de una interesante colección de animales taxidermizados exhibida en el recientemente inaugurado museo Secretos de la Naturaleza, en la Granja Educativa Rosal, en Albardón. Pertenecieron a Hugo Pastor, propietario del museo El Hombre y la Naturaleza, que tuvo que deshacerse de ellos por no conseguir un lugar donde exponerlos luego de que lo desalojaron del galpón del Ferrourbanístico que le había cedido el Gobierno para ese fin.

Rocco era la mascota preferida de una dama sanjuanina. Como todo perro de esta raza que vive en una provincia de clima cálido como la nuestra, sufría mucho por el calor. Y su dueña, en un intento por refrescarlo hace muchos veranos, le dio un kilo de helado. Esto le provocó una enfermedad del hígado que lo mató. La mujer no podía superar la tristeza de no verlo nunca más, por eso decidió hacerlo disecar para que, a pesar de estar muerto, se conservara con apariencia de vivo. Luego lo donó para que todos lo pudieran ver.

Este perro es la vedette del museo Secretos de la Naturaleza, que inauguró hace un mes y medio en la Granja Educativa Rosal, que ofrece visitas guiadas para escuelas y público en general (ver aparte). Y que junto a ciervos, jabalíes, zorrinos y aves exóticas disecados se han transformado en la atracción principal del lugar. Como lo fueron del museo El Hombre y la Naturaleza por 14 años, hasta fines de 2008.

"Desgraciadamente no pude seguir con el museo porque nunca más volví a conseguir que me cedieran un lugar donde abrirlo -se lamentó Hugo Pastor, único taxidermista en la provincia-. Me daba mucha pena ver los animales amontonados en un galpón, llenos de tierra y en peligro, por eso decidí cederlos a Granja El Rosal para que vuelvan a cobrar vida y a causar sensación, sobre todo entre los más pequeños".

Pastor contó que hace dos años el Gobierno de la provincia le pidió que desalojara el galpón que ocupaba en terrenos del Ferrourbanístico, en calle España y 25 de Mayo. Y que, como no tenía lugar en su casa, tuvo que dejar sus animales, la colección de piedras, de moluscos e insectos en la ex bodega Cavic, desde donde se robaron gran parte de ella. Dijo que Rocco se salvó justamente por ser un animal muy grande y pesado.

"El neurólogo me dijo que me olvidara de la idea de seguir luchando por reabrir mi museo, después que tuve un problema cerebral a causa de la angustia de no poder concretar mi deseo -contó Hugo Pastor-. Frente a este panorama fue que llevé todas estas pertenencias a la Granja Rosal. No pedí nada a cambio, pero como los propietarios del lugar me conocen de antes y saben mi historia, me dieron una ayuda económica".

Como Pastor conoció el impacto que siempre Rocco provocó en la gente, decidió colaborar con el montaje del nuevo museo dándole un lugar especial a este perro. La vitrina que lo contiene se encuentra al fondo del salón desde donde se lo puede ver ni bien se atraviesa la puerta de entrada. También se encargó de transmitir la historia de este San Bernardo y los motivos por lo que terminó embalsamado y en exposición. Historia que los pequeños que visitan el museo Secretos de la Naturaleza escuchan atentamente y sin perderse detalles. Sobre todo los referidos al proceso de taxidermización y de los 3 meses que demoró Hugo Pastor en disecarlo.