Dos directoras porteñas escribieron una historia y filmarán un largometraje de ficción en el Santuario de la Difunta Correa. Las realizadoras Valeria Pivato y Cecilia Atán son amigas y compañeras de trabajo hace tiempo. Se conocieron siendo parte de equipos de dirección del ganador del Oscar Juan José Campanella y hace unos años decidieron filmar su primera película juntas.
Así surgió La novia del desierto, que rodarán en San Juan y para el que convocan a actores locales y de Mendoza (ver aparte) a participar de un casting en junio. La trama tendrá como escenario la Difunta Correa y la protagonista femenina será la actriz chilena Paulina García, ganadora del Oso de Plata del Festival de Berlín en 2013 por su papel en Gloria; film que además ganó como mejor película en Unasur Cine que se realizó en San Juan ese mismo año.
‘La película tiene un anclaje con el santuario de la Difunta Correa. Es la historia de una mujer que viaja en un colectivo que por un desperfecto tiene que volver a la Difunta. Jugamos con el mito que dicen los camioneros que si no parás a saludar a la Difunta algo pasa’, dice Valeria sobre el eje del guión que también escribió junto a Cecilia. El film contará la aventura que vivirá Teresa, una mujer de 54 años, que trabajó como empleada doméstica en una casa de familia en Buenos Aires durante décadas y tras ser despedida acepta un trabajo en San Juan.
‘Desde el inicio del proyecto, buscábamos algún mito fuerte que le dé marco a la historia. Y esta mujer que no tiene hijos y que queda a la deriva, se emparentaba mucho con el mito de la Difunta, que sale a la nada. La protagonista deja a un costado esa vida que tenía para iniciar una nueva vida. Veíamos al desierto como el lugar de reciclaje. De morir y nacer’, comentó Pivato.
La película cuenta con el financiamiento del INCAA tras ganar el Premio Opera Prima en 2015, y además consiguieron convertirlo en una coproducción con Chile a través del aporte del Fondo de Fomento Audiovisual 2016 de ese país.
‘Paulina García siempre fue la protagonista, desde el inicio. A ella también le pareció una historia especial para contar. No es que la elegimos porque surgió lo de la coproducción. Nos enteramos del Opera Prima en marzo de 2015 y a mediados de ese año tomamos la decisión de apostar al financiamiento chileno’, explicó.
Sobre cómo fue el proceso de creación del guión, Pivato confiesa que comenzaron a ‘escribir sin conocer el santuario’, usando la información que encontraron en Internet. Después visitaron el paraje. ‘Cuando lo conocimos fue sorprendente. Terminó de cerrar la mística. Nos quedamos cinco días alojadas en el hotel que hay ahí. No es lo mismo ir y pasar un rato. Cuando estás tanto tiempo ahí empezás a entender. Es un lugar muy especial’, expresó Pivato, quien junto con Carla absorvieron mucha experiencia luego de trabajar en las producciones de películas importantes de Campanella, donde se desempeñaron en distintos roles en el equipo de dirección. Valeria, por ejemplo, incluso estuvo en la ganadora del Oscar, El Secreto de sus ojos. ‘Se aprende todo. Básicamente, durante la filmación de un largometraje se aprende todo lo que aprendés en la escuela de cine en tres años. Yo aprendí mucho de Campanella y de sus asistentes de dirección. Tuve la suerte de estar rodeada de gente muy poco mezquina de conocimientos’, expresó la realizadora.
Para su opera prima, las directoras llegarán a San Juan en junio para hacer el casting, en septiembre volverán junto con la actriz principal y el director de fotografía, mientras que la filmación será en noviembre.
