“Me da vergüenza ajena lo de Ibarra porque la gente no es tonta y menos se puede subestimar al ciudadano. Y, como decía mi abuelo, lo único de lo que no se vuelve es de la traición. Cuando varios dirigentes decimos que en lo de Ibarra hay mal olor, él elige a un dirigente al que las encuestas le dan bien para pegarme”.
