Juan Román Riquelme tiene previsto, junto al cuerpo técnico y médico de Boca Juniors, volver al primer equipo el próximo fin de semana, en ocasión del partido con Argentinos Juniors y justo antes del superclásico con River Plate, para enderezar el rumbo errático de un equipo que ya piensa en 2011. El volante no está al ciento por ciento, pero la expectativa de su presencia aportará variantes a un equipo que todavía no encuentra el rumbo. Fueron 175 días, prácticamente seis meses los que pasaron desde el 9 de mayo, justamente en aquel partido ante Huracán, contra el que en principio estuvo a punto de volver cuando se enfrentaron por la undécima fecha de este Apertura.
En el medio, negociaciones de ida y vuelta por el contrato, cruces con los dirigentes, cinco victorias, cinco derrotas, dos empates y un rendimiento colectivo irregular dejaron mucha tela para cortar.
Riquelme dejó de jugar durante el interinato de Roberto Pompei y ahora volverá con Claudio Borghi, quien siempre manifestó su deseo de que vuelva al primer equipo "cuando se sienta bien".
Riquelme nació futbolísticamente en Argentinos, contra el que casualmente volverá el próximo fin de semana, pero la respuesta física será entonces el gran interrogante, una mirada que se extenderá más allá, justamente hasta la decimocuarta fecha.
Es que en esa jornada, la siguiente al juego con los de La Paternal, se jugará el superclásico, algo al que ambos equipos le apostarán directamente todo este semestre de compartidas vacas flacas.
Luego de la operación de la rodilla izquierda Riquelme se entrenó la semana pasada con normalidad.
"Está trabajando bien. Si la semana que viene arranca en forma normal, puede jugar", adelantó Borghi.
