Juan Román Riquelme, muy mejorado de su desgarro de bíceps femoral izquierdo, cumplió parte de la rutina del grupo mayoritario en el entrenamiento que llevó a cabo el plantel de Boca Juniors en la mañana del martes, en el complejo Pedro Pompilio. Después de realizar durante la mayor parte de la actividad ejercicios diferenciados, el capitán se sumó sobre el final a la mayoría de sus compañeros, aunque todavía no practica fútbol pero es casi un hecho que reaparecerá el miércoles 15, cuando Boca enfrente en Brasil a Corinthians. Sobre el final de la práctica un hombre, aparentemente con problemas mentales, ingresó al campo de entrenamiento, habló con el técnico Carlos Bianchi y personal de seguridad tardó cuatro minutos en intervenir. Para el decisivo partido por la Copa Libertadores se avizora que el director técnico Carlos Bianchi podría mantener el esquema de cuatro volantes con Riquelme más adelantado y un solo punta o bien regresar al clásico esquema 4-3-1-2. En el primero de los casos, la formación podría ser la siguiente: Agustín Orion; Leandro Marín, Matías Caruzzo, Guillermo Burdisso, Clemente Rodríguez; Cristian Erbes, Leandro Somoza, Walter Erviti, Juan Manuel Sánchez Miño; Riquelme; y Nicolás Blandi. En el segundo de los casos, saldría del equipo Sánchez Miño, Riqueme sería el enganche y la dupla ofensiva la compondrían Juan Manuel Martínez y Blandi, al igual que en el encuentro de ida ante el equipo paulista. Se hizo presente y dialogó con el cuerpo técnico el volante Diego Rivero.
