La mujer llegaba a su casa a bordo de su auto cuando la sorprendió el espanto: un fuerte golpe que destrozó la ventanilla del acompañante, propinado por un sujeto de gran porte que no dudó en completar lo que había llegado a perpetrar, el robo de su cartera. En la policía creían ayer que luego del ataque el delincuente se llevó una sorpresa, porque estaban convencidos de que ese golpe fue al voleo y seguramente el ladrón nunca se imaginó toparse con unos 10.000 pesos.
Fuentes policiales ligadas a la investigación aseguraron ayer que los hechos sucedieron con esa secuencia en el garaje de la casa de la víctima. Y que la hipótesis principal era el de un golpe más de dos motochorros.
La víctima fue identificada sólo por su apellido, Estrada, una mujer que vive con su familia en la calle Pampa del Barrio Chacabuco, en Desamparados, Capital. Una versión policial no confirmada ayer, aseguraba que la víctima tenía en su cartera todo ese dinero porque justamente tenía miedo de dejarlo en su casa y que en su ausencia se metieran ladrones y le robaran.
En la policía afirmaron ayer que todo pasó minutos antes de las 22 del viernes cuando la víctima entraba en su Peugeot 307 a su vivienda. Y entonces el delincuente aprovechó que el portón quedó abierto, se metió detrás de ella y cometió el robo, destrozándole un cristal del auto, antes de escapar a toda velocidad en la moto en la que lo esperaba un cómplice.
No sólo el dinero se llevó. En la cartera había además documentos, tarjetas, un celular y hasta medicamentos para diabetes, precisaron voceros del caso.
Ayer, la víctima denunció el hecho en la comisaría 4ta. Y con los primeros datos aportados, los investigadores empezaron a suponer que los delincuentes pudieron seguirla al azar y la atacaron cuando llegaba a su casa, al voleo y sin saber que se alzarían con un jugoso botín.
