El seleccionado de Rusia, actual campeón olímpico, superó cómodamente a Brasil en la final y se consagró campeón de la Liga Mundial de Vóleibol 2013, que finalizó ayer en el Polideportivo Islas Malvinas de la ciudad de Mar del Plata.
El conjunto europeo, en la reedición de la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ganó con parciales de 25-23, 25-19 y 25-19, en un partido que dominó de principio a fin y duró una hora y 24 minutos.
De esta forma, los rusos se alzaron con su tercer título en la Liga, después de haber sido campeón en 2002 y 2011. Polonia, defensor del título, no se clasificó para el Final 6.
El armador Grankin distribuyó muy bien el juego y encontró regularidad en el opuesto Pavlov (máximo anotador con 22 puntos) y el punta Sivozhelez (14). El central Muserskiy, el más alto del torneo con 2,18 metros, fue determinante en la red.
El armador brasileño Bruno, en cambio, no tuvo una buena noche y tampoco el opuesto Wallace, con baja efectividad en ataque y apenas 6 tantos.
Los cambios que hizo Bernardinho no dieron vuelta la historia y Brasil, el equipo más ganador de la historia de este torneo (9 títulos), debió conformarse con su cuarta medalla de plata.
La última vez que los sudamericanos, número uno del ranking internacional, se habían subido a lo más alto del podio fue en la edición 2010, cuyas finales se jugaron en Córdoba.
Cabe recordar que la Selección Argentina -que contó con la participación de los sanjuaninos Federico Pereyra y Rodrigo Quiroga- había quedado fuera de las semifinales del certamen, luego de ser derrotado en la fase clasificatoria por Bulgaria e Italia, justo los dos equipos que disputaron el tercer puesto del torneo.
