Una maniobra calcada y por demás peligrosa. Idéntica a la que realizó otro camionero hace unos días y en la que murieron cinco jóvenes en un tremendo accidente: un camión de grandes dimensiones, estacionado en la banquina Oeste de ruta 40, entre calle 5 y 6, Pocito, esperando que disminuya el constante flujo vehicular. Segundos después, el chofer hace su movimiento e imprudentemente se atraviesa hacia el otro costado con el pesado y largo rodado, obstruyendo toda la ruta, sin importar que detrás y adelante suyo circulaban a alta velocidad otros vehículos. Afortunadamente, en el de ayer, no hubo que lamentar ningún herido u otro resultado funesto sobre el camino nacional, en el Sur del Gran San Juan, en el que ya murieron 12 personas en lo que va del año.
DIARIO DE CUYO hizo un sondeo durante dos horas sobre la ruta 40, desde calles 5 a 8, uno de los lugares más transitados y peligrosos de la provincia y comprobó que la mayoría de los automovilistas, ciclistas, motociclistas y peatones que lo transitan a diario, realizan maniobras sumamente imprudentes y no respetan ni velocidades ni señales viales.
Una de las principales normas que no respetan quienes transitan la ruta, es el límite máximo de velocidad, de 80 km/h. Algunos viajaban a más de 120 km. y sin la luz baja encendida. Otra de las faltas que se pudo observar, es que muchos conductores no tenían el cinturón puesto y los motociclistas iban sin casco y con más de dos ocupantes sobre el rodado. Por otro lado, el poco ancho de la ruta y la falta de infraestructura (derivadores, ensanche de capa asfáltica, cruce peatonal, ciclovía), provocaban un sin fin de maniobras peligrosas por parte de la gente.
Aún fresco el recuerdo de la tragedia del miércoles de la semana pasada, donde fallecieron Sergio Aliaga (23), Ricardo (20) y Cristian (28) Agüero, Fernando Valdivia (41) y Fernando Aballay (18), los obreros que chocaron violentamente contra un camión que se atravesó sobre la ruta cuando iban a trabajar en Sarmiento, ayer otro camionero, dio la nota.
Entre calle 6 y 7, un camión Fiat Iveco que transportaba un gran motor, aguardaba estacionado en la banquina Oeste para cruzar hacia una empresa de grúas. El camionero esperó a que no vinieran tantos autos y cruzó hacia la banquina contraria sin medir el peligro de tal acción y sin respetar la doble línea amarilla, que prohíbe adelantarse o girar al lado contrario. Mientras seguía maniobrando en la otra explanada, este diario le consultó por qué hizo el peligroso giro y el chofer se quedó mudo unos instantes. Después trató de justificarse: "no se debe hacer. Sé que no lo tengo que hacer, pero no soy el único que hace esto. Aparte no me queda otra, si no puedo maniobrar con comodidad en la calle 6. Lo ideal sería que hagan un puente a desnivel ahí, así no pasan estas cosas". Al Oeste de calle 6, está emplazada la sede de la aduana y el flujo de camiones y autos que la visitan, hace que por momentos transitar por ese sector sea una misión casi imposible.
A las 12:10, unos 600 metros al Sur de calle 5, un alumno que caminaba hacia el Oeste, atravesó como pudo el riesgoso camino. Cuando llegó al guardarraíl del medio, lo rebasó por encima y esperó unos segundos sobre el asfalto del carril contrario a que pasaran unos autos que circulaban al Sur velozmente. Luego, siguió camino tranquilamente.
Otro tramo peligroso, es el de calle 7 a 8, donde están ubicados el Estadio, fábricas y laboratorios. Diariamente, cientos de obreros en bicicleta, autos particulares y transportistas cruzan de lado a lado la ruta 40 para llegar a su trabajo. Unos, a pesar de la falta de medidas de seguridad que permitan un cruce seguro, se estacionan en la banquina y giran. Otros, se atraviesan sin dudarlo, sin saber que esa puede ser su última maniobra.
