Osvaldo Sánchez Bustos siempre estuvo vinculado a los emprendimientos agro-industriales y trabajó toda su vida en el rubro; entre otras cosas fue unos de los propietarios de la reconocida firma sanjuanina Agrinsa, pero en 1992 el empresario decidió independizarse y contando con el apoyo de sus hijos Osvaldo, recién recibido de ingeniero, y Alberto fundaron Sánchez Bustos y Cía SRL.
El cambio radical fue que además de proveer elementos para el agro y la industria decidieron ocuparse paralelamente de darle a sus clientes todos los servicios. Tal como menciona Osvaldo hijo (48), pasaron de "vender una bomba a vender además el agua".
La flamante empresa comenzaba así a dar sus primeros pasos y a hacerse un nombre con un esquema familiar muy bien organizado: el padre se encargaba de toda la parte administrativa y los hermanos de lo demás.
El primer traspié lo tuvieron que afrontar en 1996 cuando falleció Osvaldo padre, ya que los hijos debieron cargar con el peso de toda la compañía y aprender rápidamente sobre gestiones que les resultaban totalmente desconocidas hasta ese momento.
De todas maneras no se intimidaron y se involucraron en proyectos de gran envergadura, sin saber si iban a funcionar o no, como por ejemplo en 1999, que comienzan a apostar a la minería a través de construcciones de temporada. Esto fue un nuevo comienzo para ellos ya que les permitió capacitar a su personal, viajar y aprender.
Es así que con Barrick llevaron a cabo una gran cantidad de obras que en 2008 se desvincularon de esta empresa, pero con el conocimiento adquirido trabajaron para otras firmas mineras en otras provincias del país.
Poco a poco Sánchez Bustos y Cía. fue abarcando otros rubros como la construcción.
Actualmente la empresa está ramificada y atienden diferimientos impositivos, hacen construcciones civiles (tienen previsto la realización de algunos edificios), poseen representaciones industriales de firmas nacionales e internacionales con su otra empresa DOM. SRL y están vinculados en proyectos agrícolas.
El sector agrícola es uno de los que le quita el sueño a Osvaldo (h), debido a la presión de tener que seguir generando recursos para invertirlos en esta finca.
Cuando hace el balance de estos años de gestión a cargo de su industria, el empresario es consciente de que su mayor aporte fue su extremo sacrificio, los kilómetros hechos al cuerpo y las largas horas fuera de su casa. Pero a pesar de esto su satisfacción es ver los resultados de su arduo trabajo y recordar que cuando se fundó Sánchez Bustos eran sólo tres, y actualmente poseen 300 empleados a su cargo.
