San Juan, 21 de agosto.- En el 2011 el equipo argentino de Equitación, compuesto por jinetes de La Pampa, se consagró campeón en el Mundial de Clubes de Francia. Pero este año el logro no pudo repetirse y los chicos argentinos terminaron en la séptima ubicación entre once delegaciones. Sin embargo, quedó una grata experiencia, al menos para el representante sanjuanino Ignacio Buenaventura, que fue el primero en representar a su provincia en este tipo de competencias.
El equipo argentino, con Ignacio a la cabeza, fue protagonista del certamen, pero el tiempo le jugó una mala pasada y no pudo llegar a la ansiada final en busca de retener el título. De todas maneras, al jinete sanjuanino le quedó una buena sensación por participar y también adquirió un importante aprendizaje que seguramente le servirá para lo que viene.
En diálogo exclusivo con DIARIO DE CUYO ONLINE, Ignacio contó cómo fue participar en un evento tan importante y todo lo que pudo cosechar en tan poco tiempo, ya que sólo fueron tres días de competencia. ’Llegamos a la ciudad francesa de Tours, donde alquilamos los caballos en el club La Granadiere. Allí tuvimos sólo tres días de prueba para seleccionar los caballos, junto a las delegaciones Turquía y Corea del Sur que también alquilaron los animales, ya que los demás países, por su cercanía con Francia, llevar sus propios caballos’, explicó el joven jinete de 16 años.
Luego Ignacio se trasladó hasta Lamotte, sede del Mundial, y junto a sus compañeros de equipo entrenó un sólo día con los caballos, que eran totalmente desconocidos. Al día siguiente, la delegación argentina compitió y finalizó en el tercer puesto. Pero en la jornada posterior, luego de haber realizado una buena performance, el equipo quedó afuera de la gran final por tres segundos, lo que significó terminar en la séptima ubicación.
De todas maneras, el saldo fue más que positivo para Ignacio, que manifestó que ’la experiencia que adquirí fue lo mejor, te abre mucho la cabeza. Tuve la posibilidad de competir a nivel mundial con muy buenos animales’, y agregó que ’la organización del concurso es incomparable. El predio donde competimos es enorme, tenía más de diez pistas y en el certamen había unos 5.000 caballos de salto, cross country y dressage. Fue impresionante’.
Ignacio también tuvo la oportunidad de visitar la Escuela Nacional de Equitación de Francia, un verdadero emblema de esta disciplina ecuestre. ’Es un predio de 500 hectáreas, con 400 boxes. En esta escuela se realizan todas las disciplinas hípicas y también se realiza la especialización de jinetes olímpicos. Afortunadamente pude conocer todas las instalaciones de ese magnífico lugar’, describió el sanjuanino.
Para finalizar, Ignacio dijo que se trajo un grato recuerdo de Francia y también algunas invitaciones. ’Es muy bueno haber competido, porque a pesar del resultado hice muchos amigos de otros países, más que nada de Turquía, con quienes compartí muy lindas conversaciones, intercambio de experiencias. También recibí varias invitaciones para montar en diferentes lugares, por eso ya tengo ganas de volver a Europa’, culminó el joven jinete sanjuanino, que seguramente tendrá revancha en otras competencias.
