Con el tiempo cambia la moda, las costumbres y la forma de vida. Esos factores, sumados al avance de la tecnología, generan nuevas demandas y ofertas. Así, salen y entran comercios que modifican el centro sanjuanino y sus alrededores. Actualmente, entre los rubros que luchan para subsistir están los videoclubes, las disquerías y los negocios de videojuegos. En el lado opuesto, las casas que ofrecen servicios para mascotas, las peluquerías para jóvenes y las farmacias que parecen pequeños supermercados son cada vez más.
Entre los negocios que se han visto opacados por el avance de la tecnología y la piratería, están los videoclubes. Muchos cerraron, otros tuvieron que achicar sus locales. "Probamos con ofrecer un servicio complementario y pusimos un café, pero no funcionó. Ahora estamos achicando el local", contó José Chávez, del videoclub San Juan. "Antes teníamos los clásicos del cine. Ahora, si no alquilan películas por 6 meses, las vendemos", dijo el hombre.
Una situación similar viven las casas que venden CD de música, de las cuales sólo queda una en el centro, Musishop, que tiene dos sucursales. Su dueño, José Olmos, contó que la piratería los está matando. Y dijo que "se trata de un problema cultural. Hay diferencia entre un CD original y uno grabado. Pero la capta sólo el que sabe, esos son nuestros clientes". Algunos de los recursos que usan para seguir adelante son las promociones y la asistencia a los clientes, un servicio que no ofrecen las casas que no venden música exclusivamente.
Otro de los rubros al borde de la extinción es el de los videojuegos. En el centro sólo quedan dos negocios de ese rubro. César Metón, dueño de Punto Fijo, comentó que "en 20 años hemos tenido altibajos. Ahora, los juegos electrónicos domésticos nos están complicando". El hombre dijo que la clave está en ofrecer variedad y buen servicio. Por eso, tiene mesas de pool, su negocio está abierto 24 horas y mantiene los precios bajos.
En la vereda de enfrente están los rubros nuevos, que se extienden cada vez más. Uno de ellos es el de servicios para mascotas. En los últimos años, las veterinarias sumaron baño, peluquería, juguetes, ropa y hasta calzado y perfume para los animales. "Funciona porque hoy se humaniza a las mascotas. El perro es parte de la familia", comentó Diego Barla, de la tienda de mascotas Rivadavia. Según contó, la televisión ayudó a que creciera el negocio. "Por ejemplo, después de que la hija de Pachano salió en Showmatch con sus perros con ropa, llegó gente preguntando si teníamos los vestidos que usaron", contó.
Las peluquerías para jóvenes también están en alza y abundan en el centro. Los peluqueros atraen a los adolescentes con el diseño de los locales, su propia imagen y la música. Según comentó Mauricio Mercó, dueño de Onda Mística, el negocio crece porque "hay muchos estilos y los jóvenes se animan a hacerse cortes jugados".
Otra novedad es la de las farmacias que se transforman en polirubros. Si bien la más grande es la San Martín, de Desamparados, las del centro tienden a crecer. "Hay que encontrar los deseos ocultos del cliente y venderle lo que necesita", dijo Alfredo Cáceres, de la farmacia Echegaray. Y explicó que en los últimos años la rentabilidad de las farmacias cayó, por eso incorporaron otros servicios.
