iPad es la nueva joya de Apple: un dispositivo de bolsillo para reproducir multimedia, jugar y navegar por internet, además de acceder a miles de aplicaciones. Su versión con conexión inalámbrica Wi-Fi salió a la venta hace pocas semanas, y el mismo día de presentado, fue hackeado para permitir a los usuarios sacarle el máximo jugo instalando aplicaciones que no necesariamente sean aprobadas por Apple, y también editar y personalizar las aplicaciones instaladas.
Días después, salió la versión 3G del iPad, la cual, además de poder conectarse a Internet a través de redes locales Wi-Fi, también puede hacerlo a través de la “banda ancha móvil”, es decir, de la red inalámbrica 3G. Pero tampoco pudieron desde Apple contra los hackers, los cuales también lograron desbloquearlo, para alegría de sus usuarios.
El negocio de Apple es conceder permisos a algunas empresas para desarrollar aplicaciones, por lo el software no autorizado por ella, a pesar de que pudiera ser compatible con el hardware del iPad, no funciona sin ser desbloqueado.
El termino “hackeado” confunde a los usuarios, que terminan por temer de comprar el dispositivo por considerarlo inseguro, con lo que la pérdida de reputación de Apple es grande. Sin embargo, el prestigio y exclusividad son marcas que Apple está muy lejos de perder.
Video del iPad 3G siendo hackeado: http://www.youtube.com/v/nFmy1rolqpw
