Vivir al límite, la cinta triunfadora en la última gala de los Oscar (dejó en el camino a Avatar, que era la favorita), es el título que exhibe desde mañana la cartelera del Holiday Cinemas. Si bien su estreno a nivel nacional fue mucho antes (el 4 de febrero pasado), a la provincia llega haciendo alarde de su Oscar a Mejor Película y también del de Mejor Dirección para Kathryn Bigelow, que entró en la historia de estos galardones como la primera cineasta mujer en ganar la codiciada estatuilla.

Coronada como la mejor producción del 2009 con seis premios de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood (además de largometraje y dirección, ganó por Guión Original, Edición, Edición de Sonido, y Mezcla de Sonido), el film pinta con colores intensos a una elite de soldados que tienen el peligroso trabajo de desarmar bombas durante las guerras.

Protagonizada por Jeremy Renner (que recibió una candidatura a Mejor Actor Protagónico), Guy Pearce y con Ralph Fiennes en una breve pero potente intervención dentro de ese mundo donde la violencia es cotidiana.

En la solitaria y temible Irak, falta poco más de un mes para que el prestigioso equipo de hombres al mando del sargento Thompson (Guy Pearce) cumpla el periodo anual de servicio en la compañía Bravo norteamericana, cuando la muerte irrumpe y termina con la vida de su líder.

Sin ánimo de ocupar su lugar pero dispuesto a implantar su sello personal se suma al grupo el sargento James, un auténtico paladín del desarme, que goza con la adrenalina de su temible tarea y la posibilidad latente de un estallido letal. Claro que los roces con sus nuevos compañeros, que tienen la difícil misión de cuidarle las espaldas, serán inevitables.

James se comporta indiferente frente a la muerte. Mientras sus hombres intentan quitarle el control, la ciudad explota en un caos y James revela su verdadera personalidad en un modo que cambiara a sus soldados para siempre.

Apta para mayores de 16 años, la nueva producción de la visionaria directora de Punto Límite y K-19, está basada en las observaciones del periodista y guionista Mark Boal quien retrató las crudas experiencias de un escuadrón antibombas.