Fueron a Santiago de Chile con la meta de seguir siendo los terceros en el puntaje general de los Juegos Binacionales. Y lo lograron, aunque dos deportes -el ciclismo y la natación- resultaron vitales para alcanzar medallas de oro, al fin y al cabo lo que incide directamente en las posiciones finales del medallero. Los sanjuaninos dejaron en evidencia que el deporte de esta provincia está en buen camino, lejos de aquellos últimos puestos de las primeras 11 ediciones. Por ahora, lejos del potencial de Metropolitana (que es Santiago de Chile) y Córdoba, que cuentan con una infraestructura inmensamente superior a la sanjuanina.

El nadador Felipe Vargas se convirtió en la gran estrella, individualmente, de los Juegos para los sanjuaninos. Con su flaco físico se las ingenió para ganarles 5 medallas doradas a los cordobeses, que tienen un potencial superlativo en este deporte. Habrá que ponerle fichas y ayudarlo al pibe en su preparación, porque todavía le quedan dos Juegos más y un futuro inmenso. Lo acompañaron en logros Santiago Greco y Diana Lealez.

Y los otros grandes protagonistas fueron los ciclistas, que dieron una lección de coraje en las pruebas de pista y demostraron que son imbatibles en la ruta. Los seis chicos cumplieron altamente con lo suyo. Muy bien dirigidos por Ernesto “Pollo” Fernández, secundado por Rubén “Polilla” Ramos. Una muestra de profesionalismo en todo momento. De los otros deportes, llamó la atención -gratamente- las medallas de bronce de Renzo Varoni (atletismo) y del equipo de tenis femenino (Verónica Waisman y las hermanas Guadalupe y Valentina Tello). Además, notable debut del equipo de hándbol femenino y buen actuación -como siempre- del vóleibol masculino (plata). También cumplieron con creces el fútbol y el vóleibol femenino, que terminaron cuartos. Empeño y obligación de superación para el básquetbol, el hándbol masculino, el tenis de mesa y el tenis masculino.