El etanol es un alcohol obtenido a partir de la fermentación de los azúcares que puede utilizarse como combustible, solo o bien mezclado en cantidades variadas con nafta y su uso se ha extendido principalmente para reemplazar el consumo de derivados del petróleo. El combustible resultante de la mezcla de etanol y gasolina se conoce como alconafta.

Este etanol es denominado, por su origen, bioetanol.

Los azúcares fermentecibles se pueden obtener de la caña de azúcar, del sorgo granifero, maíz, trigo y remolacha.

En San Juan, dado su clima árido y su condición de zona bajo regadío, es más rentable la producción de remolacha.

La remolacha azucarera, cuyo nombre científico es Beta vulgaris var. altissima, es una variedad de la remolacha común de donde se obtiene azúcar de forma industrial, existiendo otras variedades como la remolacha hortícola y la remolacha forrajera.

La raíz de la remolacha azucarera se ha ido seleccionando durante años para conseguir un mayor porcentaje de azúcar en su composición y una mayor capacidad agrícola. Estados Unidos, La Unión Europea y Rusia son los tres principales productores de remolacha azucarera del mundo, pero solamente la Unión Europea y Ucrania son exportadores significativos de azúcar.

Que el cultivo de la remolacha azucarera anda muy bien en San Juan no hay dudas y la historia lo dice. Hoy se trata de rescatar un cultivo e industrialización que hace más de 80 años tenía esplendor en la Colonia Fiscal, Sarmiento, con "La Azucarera de Cuyo SA" y que cerrara al poco tiempo por presiones políticas y económicas de los dueños de los ingenios de caña de azúcar del norte argentino. No les convenía la propagación de un cultivo que tenía el doble de rendimiento en azúcar que la caña que crecía en Tucumán, Salta y Jujuy.

El INTA investiga

En el año 2007 el INTA Pocito comenzó a trabajar en un proyecto para evaluar la posibilidad de producir remolacha azucarera para la obtención de bioetanol en la provincia. La ingeniera agrónoma Griselda Chiquirrín, quien en ese momento tomó a su cargo el proyecto, realizó ensayos en los que se evaluaron 7 variedades comerciales en diferentes localidades (Sarmiento, San Martín y Jáchal fueron algunos de los sitios elegidos). Los resultados de esos ensayos mostraron que fue posible obtener raíces de calidad en las tres localidades y que las siembras de abril fueron las que dieron mayores rendimientos. Lamentablemente con la desaparición física de la joven técnica del INTA se detuvo la investigación.

"A partir del año 2010 se retomaron los ensayos con el fin de confirmar los resultados obtenidos por Chiquirrín y recabar mayor información sobre el comportamiento del cultivo y se probaron diferentes variedades y marcos de plantación (número de plantas por hectárea)" explicó Graciela Cuesta, ingeniera agrónoma a cargo de las investigaciones.

En estos ensayos participaron estudiantes de la carrera de ingeniería agronómica de la Unidad Integrada INTA – UNSJ. En el Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería, se realizaron determinaciones del contenido de azúcar y se realizaron pruebas de fermentación para obtención de bioetanol a nivel experimental.

"Como resultado podemos decir que con siembras entre marzo a junio y con un ciclo de entre 5 a 6 meses desde siembra a cosecha, es posible obtener rendimientos entre 80 a 100.000 kg de raíces por hectárea, valores que están dentro del rango obtenido en otras áreas de cultivo (80.000 kg/ha en Andalucía, 100.000 kg/ha en Chile). Un aspecto a destacar es la sanidad que han mostrado las plantas. Si bien en otras zonas de cultivo se menciona la incidencia de varias enfermedades en hoja y raíz, en nuestros ensayos no se observaron síntomas de estas enfermedades" señaló Cuesta.

En el laboratorio las ingenieras Lucía Martín, Laura Rodríguez, Marta Vallejo y la magister ingeniera Silvia Gouiric, llevaron a cabo experiencias con fermentaciones líquidas de jugo de remolacha azucarera y en fermentaciones en estado sólido de remolacha molida, logrando mayores rindes de etanol con esta última.

Además, en las fermentaciones en estado sólido se produce una importante disminución de la masa de residuos, lo cual también es muy importante desde el punto de vista del impacto ambiental de estos procesos y del tratamiento de sus residuos.

Señaló finalmente Cuesta que "para corroborar las ventajas tecnológicas y económicas de las fermentaciones en estado sólido para producción de bioetanol, es necesario realizar nuevos estudios de optimización de variables y aumentos de escala de producción. Las determinaciones de sacarosa en raíz indicaron un contenido entre 19 a 21% con estos valores se estima que se podrían obtener entre 7.000 a 10.000 litros de bioetanol por hectárea en fermentaciones líquidas o hasta 15000 l/ha cuando se realizan fermentaciones sólidas. En esta línea de trabajo participan o han participado además, los ingenieros Luis Kulichevsky, Pablo Monetta, Vanina Cornejo, Cristian Albors y el ayudante de campo Hugo Morales.