La terraza de la clínica especializada en traumatología -ubicada en la Avenida España pasando 25 de mayo- desde hace unos meses que dejó de serlo para dar lugar al primer Banco de Huesos, no sólo de San Juan sino de las provincias del oeste argentino. Este espacio que significará una vez que esté listo (se calcula que esto será a lo sumo en los próximos dos meses) un gran paso médico, servirá para dar respuesta a muchos de los pacientes que deben pasar por una cirugía ósea reconstructiva e inclusive un transplante, especialmente para aquellos que padecen un cáncer ortopédico. que tuvieron un accidente que comprometió sus miembros o problemas de caderas. El banco en cuestión que consta de equipamiento especial, prácticamente, ya está construido. Solo falta ultimar detalles como ser la instalación de los dos freezer que alcanzan una temperatura de -80¦ C para mantener el material óseo correctamente y pasar las inspecciones del Incucai para quedar habilitado.
Podría decirse que la idea de tener un Banco de Huesos nació junto con la concepción de la Clínica Mercedario, un hospital privado conformado por un reconocido grupo de médicos, entre ellos el mismísimo ministro de Salud Pública de la provincia -tal como figura en su página web-, Oscar Balverdi, quien es especialista en Traumatología, Ortopedia y Medicina Deportiva. Fueron los doctores Sebastián Bettera y Mauro Robledo Dobladez quienes hace alrededor de 5 años se pusieron a trabajar para concretar el proyecto que seguirá paso a paso las indicaciones del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) pero que estará disponible para cualquier paciente que lo necesite ya que tendrá vinculación directa con el Inaisa (la pata local del Incucai).
Hasta ahora en la provincia se trabajaba con ayuda de material óseo que era provisto por centros de salud de la talla del Hospital Garraham o el Austral de Buenos Aires, además de otros ubicados en Córdoba y Rosario. Sin embargo, tener la propia fuente de almacenamiento permitirá hacer, según Bettera y Robledo Dobladéz, más operaciones, tener menos tiempos de espera (algo fundamental en medicina) y evitar el costo del traslado del material óseo.
"En el país no hay más de 12 bancos de huesos en total. Por eso es de avanzada tenerlo en San Juan porque nos permitirá hacer cirugías específicas que cada vez son más frecuentes. Será el único de Cuyo y podremos recibir donaciones de todas las provincia cercanas y por supuesto también responder a sus pedidos”, explicaron los dos profesionales implicados, quienes tendrán en sus manos no sólo la tarea de hacer las ablaciones sino además formar a otros médicos para que repliquen estas intervenciones en otros puntos de la provincia. Hoy por hoy, hay un dato que no es menor: los transplantes de huesos -especialmente por tumores de fémur y tibia que son los más frecuentes- sólo se hacen en la Clínica Mercedario y en menor medida en el Hospital Rawson.
Mundo de articulaciones
El Banco de Huesos no dista mucho de un Banco de Sangre. Allí se almacenan -por lógica- huesos que sirven de soportes o para reconstruir huesos o que directamente los reemplazan. En todos los casos son un alternativa a las prótesis. De todos modos los médicos especialistas explican que un tratamiento u otro (léase transplante o prótesis) depende de la situación de cada paciente.
En el Banco de Huesos -y esto se hará en San Juan- se pueden tratar piezas enteras o molidas (sirven para rellenar por ejemplo y en general se utilizan los cartílagos desgastados de la cabeza del fémur) de cualquier hueso del cuerpo. Se calcula que este material se puede conservar por un lapso de hasta 15 y 20 años.
"A veces se hacen transplantes como estructuras que sirven de matriz al hueso receptor para estimular que el paciente, al cabo de un año, pueda osteo-integrarlo como parte de su mismo organismo y así recuperar la movilidad de sus miembros. Esto es la reconstrucción de miembros y es una alternativa muy interesante para recuperar los huesos que hoy se hace en la mayoría de los casos por ejemplo oncológicos o también en aquellos que por un accidente tienen graves secuelas”, justifican la importancia del espacio que está en proceso.
Los números hablan por sí mismos, hace 10 años atrás, en un 90% de los pacientes se amputaban sus miembros por distintas patologías, actualmente en un 95% de los casos, se hacen cirugías con transplantes para la conservación de los miembros. Con esto la persona recupera la vida normal de sus miembros, sin tener que utilizar muletas por ejemplo.
"La persona puede caminar normalmente e inclusive hacer ejercicios, aunque por supuesto no podrá hacer actividad como montañismo ni participar en competencias que implican un gran esfuerzo”, aclaran los profesionales.
Para conseguir todo eso hace falta tener un quirófano dotado de equipamiento de última generación, como se una campana de flujo laminal en la zona de las operaciones. Esto es una especie de incubadora que propulsa un "aire” que mantiene libre de gérmenes ese espacio donde se procesan los huesos que se extraen del organismo. Este lugar además es la clave del banco porque allí, una vez extraído el tejido óseo al paciente, se hacen todas las tareas de laboratorio, como ser estudios de cerología y bacteriología. "Cada hueso entra en un período de cuarentena antes de ser implantado. Hasta que no se tienen los resultados no está disponible para ser usado. Esto es así para garantizarle al receptor que el material óseo que se va a utilizar está libre de cualquier enfermedad transmisible”, agregan los médicos que como requisito fundamental tienen experiencia en el tema ya que durante año se capacitaron en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
Otro sector fundamental es la zona de almacenamiento donde los freezer con temperatura a -80º C son los que hacen toda la tarea. Este espacio en la clínica ya está terminado falta que se instalen las heladeras.
"Hemos seguido todos los pasos exigidos por el Incucai, ahora sólo falta que pasemos las visitas para lograr las habilitaciones”, indican y ya empiezan a soñar con los primeros donantes ya que hasta el momento no se habían conseguido sanjuaninos dispuestos. Es que para esto hay un detalle ya que decir que cualquier persona puede ser donante de huesos, es relativo. En parte sí, si se trata de un cadáver, a quien se le puede extraer cualquier tejido osteoarticular (huesos y tendones). En cambio, en el caso de donantes vivos, sólo pueden ser aquellos a los que se les ha puesto una prótesis o se les ha hecho un trasplante. Entonces los huesos extraídos sirven para moler y colocar en otros.
"Con los huesos no existe la compatibilidad, como sucede con otros órganos. Por lo que son de gran utilidad para seguir dando vida a los miembros inferiores de otras personas”, dicen los médicos que por año llegan a realizar en la provincia unas 15 operaciones de trasplantes de hueso, un número importante si se compara con las dos intervenciones que hacían allá por el 2006 cuando empezaron con todos los trámites del Banco de Huesos.
